(Publicado
originalmente en mi cuenta Facebook el 9 de febrero del 2015.)
MI SUBCONSCIENTE SE
JURA DJ SHADOW (MOMENTO #439)
En mi sueño, la
casa era la misma. Vivían aún mi abuelo y mi abuela maternos. No aparecieron ni
Tina ni Pixie. Pero teníamos una gata, la gata Amaltea. Quién le había puesto
ese nombre, es algo que ni siquiera me pregunté -porque el guiño del bautizo
era evidente incluso durante el sueño. Amaltea, como mis coetáneos y mayores
saben, es la cabra que alimentó a Zeus cuando su madre Rea lo envió a la Tierra
para evitar que su padre, Cronos, lo devorase.
Es decir, nuestra
mascota era la gata-cabra. Quizá mi subconsciente hizo este empalme en
principio porque, para cuando tuve el sueño, en unos días acababa el Año del
Caballo y comenzaba el Año de la Cabra. El caso es que, durante el sueño, la
alusión a la gata-cabra acabó teniendo ramificaciones malignas. ¿Acaso la cabra
no es un animal asociado al Demonio? ¿Acaso no se consideraba a los gatos
animales sospechosos mientras la Humanidad atravesaba la nefasta Edad Media?
Bueno, pues, resultó que la gata era un ángel oscuro del Averno. Mientras
soñaba, su gesto iba cambiando hasta hacerse inequívocamente demoníaco (como la
breve toma del maléfico cacharro del búho en Book Of Shadows: The Blair Witch Project 2).
No acostumbro soñar
mucho con música. Claro que tampoco llega a ser algo demasiado infrecuente.
Pero durante el sueño que describo, no paraba de sonar una y otra vez “Death
Disco”, de Public Image Ltd. Saca las conclusiones que desees...
(Contacto con el
dealer por inbox, plís. XD)
Hákim de Merv
No hay comentarios.:
Publicar un comentario