(Publicado
originalmente en mi cuenta Facebook el 12 de abril del 2017.)
Una (ya) vieja máxima del gran Elvis Costello asevera que tienes veinte años para lanzar tu primer disco, pero sólo uno -maticemos: dos (e incluso tres) también son un
plazo razonable- para hacer lo mismo con el segundo. La tesis ha estado puesta
a prueba muchas veces, y lo seguirá estando muchas otras en el futuro.
El aforismo de
Costello pareciera haber sido tomado muy a pecho por La Terminal, cuarteto
proveniente de la ciudad de Arequipa, la segunda más importante plaza nacional
en términos de música pop independiente. El grupo tiene ya una década de
constituido, pero apenas habrá pasado un par de meses desde la aparición de su
epónimo debut. Previamente, se les escuchó a través de compilaciones como Ciudad Sónica (2015, orquestada por El Blog Del Bam) y Voluntad Del Ruido
(2016, montada por el prestigioso site Latinoamérica Shoegaze), y ya en esas
primeras publicaciones se les notaba un peculiar output sonoro que mezclaba
estilos bastante disímiles. Sería interesante escuchar grabaciones previas a
este primer disco, por el momento no disponibles en su BandCamp -tan sólo la
versión single digital de “NonXime”, antes bautizada como “Dos Nonxime” y
bastante más larga que la que ha sido repescada en el largo-. También sería
interesante conocer de primera mano los pormenores de la historia de LT: según
se comenta, ha sido un camino durísimo para llegar hasta aquí.
La Terminal son
Mauricio Valdivia en primera guitarra, Raúl Guzmán en bajo, José María Málaga
en voz y segunda guitarra, y Diego Pinto en batería. Pinto, que ha tocado con
Los Paicons, ingresa al cuarteto en noviembre del 2016 tras la partida de Guido
Núñez. A Málaga lo conozco desde hace ya tiempo por su alias electronoise de Fiorella16
y por su chamba al frente del sello Noxa Recs. Valdivia, por su parte, ha
militado en las filas de Enduro. Existe, pues, un background del cual asirse.
Entre las
referencias consignadas en BandCamp, La Terminal invoca al sonido alternativo
de los 90s, al grunge, a la no wave, al punk y al noise rock. La crítica ha
señalado también al shoegazing. En principio dispares, todas estas influencias
tienen un denominador común: el Ruido. Y vaya que si La Terminal es ruido. Me corrijo, es RUIDO. Ni bien transcurren los
primeros acordes de “Besando El Suelo”, el grupo libera una cantidad
impresionante de energía e ideas cruzadas. La base de la maceración es punk,
pero las guitarras rompen la barrera de tres acordes que nunca pudo superar el
apocalipsis del 77. Por el camino de las eléctricas ya pueden percibirse
segmentos enteros que recuerdan al noise rock de los 80s y también al canon
melódico del rock alternativo. Sin embargo, es el bajo el que más me remite al
primer grunge -piénsese en los creadores del género, antes que en los epígonos
ensalzados por las multinacionales. Preside casi cada sonido del disco una
desprolijidad que no sólo hace las veces de estandarte, sino que le da un
acabado oscuro/sucio/crudo a los diez temas de este episodio.
Latinoamérica
Shoegaze ha recomendado entusiasta el disco de La Terminal. Después de haberlo
escuchado muchas veces, secundo esta moción, pero me permito disentir en la apreciación:
aún cuando la banda misma define su sonido como “punkgaze” o “grungegaze”, creo
que La Terminal muy poco o nada suena
a shoegazing. Los veo más como una entidad post grunge -sólo que, a diferencia
de combos como Rhor o Lunes, lo de LT es altamente inclusivo/permisivo. De ahí
que se permitan incorporar elementos de territorios como la no wave o el
también llamado dream pop -no lo suficientes para obtener representación de
peso en el genoma colectivo.
Muy al margen de la
posología, La Terminal derrocha en sus composiciones vitalidad, urgencia y no
poca agresividad. José María ulula cada vez que puede, mientras que la batería
de Núñez fuerza los pistones hasta quebrarlos. Ni qué decir del bajo de Guzmán,
que en su incesante ir y venir pareciera quemar petróleo lanzallamas en mano.
Disco apabullante, en coordenadas distintas a las del An Encounter With A Dark Flowering Season (2017) de Kusama, pero
igual de avasallador en resultados -una trepanación craneana, ambos.
La versión física
de álbum, grabado en Lima a fines del 2015 gracias a los buenos oficios de Jose
Javier Castro y Camilo Uriarte (músicos de El Aire), y masterizado y producido
por este último; ha corrido por cuenta del virginiano sello Custom Made Music.
Un poco complicado elegir EL tema que represente mejor el espíritu de esta
entrega -su media de duración es de tres minutos, salvo por el cierre (“Soy La
Navaja Y La Herida Al Mismo Tiempo”, que sobrepasa los nueve minutos de
extensión). Pienso en “17 Golpes”, pero éste ya apareció en el mencionado Ciudad Sónica. Pienso en “Estarpeor” o
en “Placebo” como opciones interesantes. Pero mejor me decido por dar la “Contra”.
;)
Hákim de Merv
UPDATE COMPLEMENTARIO
Desde Arequipa, el amigo Felipe Arias me hizo llegar la siguiente precisión:
“Hay dos maquetas y/o compilados” (previos) “a este disco, Mala Práctica (2008) y Acuérdate De Que Morirás (2007-2014). Del primero no hay rastro. El segundo está colgado en la web. Existen versiones alternas, demos instrumentales y maquetas anteriores a este disco”.
Felipe me facilitó un video de YouTube extraído del canal de La Terminal. Haciendo click allí, encuentro un enlace de descarga en el BandCamp de Noxa Recs -pa' completar la colección.
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