jueves, 24 de diciembre de 2020

Laktik: Isopropyl // Hablemos Del Alma: Programática

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 11 de noviembre del 2020.)

#AguanteChile.

Curiosa conjunción cuádruple -estilo, sello, nacionalidad, formato- la que preside los cielos bajo los cuales nacieran las dos placas a las que paso revista en el presente texto, Programática de Hablemos Del Alma e Isopropyl de Laktik. Empiezo por esta última.

Laktik, alias unipersonal del santiaguino Lucas Soffia, ya cuenta con un homónimo trabajo anterior (2019) y un EP (Tonebank Pop, 2018). Desde que iniciase operaciones, Laktik ha apostado por revivir los días de esplendor del synth pop británico más periférico. A diferencia de quienes protagonizaran dichas jornadas, Soffia es plenamente consciente del artilugio, lo que podría redundar en una vindicación artificiosa del Ruido que atisbaron los futuristas italianos de principios del siglo XX. Si no sucede tal, es porque, para lograr su propósito, el acto se acoge al planteamiento estético que subyace en el fondo del catálogo de la disquera: la Baja Fidelidad.

En efecto, Laktik extrapola el lo fi a los 80s más auroralmente electrónicos. Como consecuencia, no sólo crea una realidad paralela en la que el glitch noventero descendería de esa inserción/disrupción espacio-temporal, sino que además simplifica el synth hasta llevarle a niveles minimales. Concebidas en el seno de la polución sonora suburbana -normalizada décadas después de las revoluciones industriales en la Rubia Albión-, las dislocadas melodías sci-fi de Isopropyl pueden adoptar formas algo trepidantes, relativamente cercanas a lúgubres dance floors (“Contacto Exterior”, “Visitantes”, el 45’’ de adelanto “Cortes Programados”).

Sin embargo, esas mismas melodías dan lo mejor de sí cuando se les reconfigura traspasadas por distópicas atmósferas enfermas de suspense y misterio. Abundan éstas durante la segunda mitad de la travesía, hendidas por hipnóticas líneas de teclados que parecen grabadas en el Ártico: “Descienden”, “Industrias Pesadas”, “En La Selva”, “El Fin De Esto”...

Estupenda joyita la que ha firmado el capitalino, como para pasear a gravedad cero en las entrañas de una inmensa nave interestelar.

Proveniente del también electrónico tándem Nueva Costa (donde compartiese labores con Daniel Bande), Ángelo Santa Cruz lanza su segunda referencia con el seudónimo de Hablemos Del Alma. La primera fue un epónimo EP, producido por la escudería belga Santé Loisirs, que se quedaba a micras de la new age más volátil/mística/devocional. Ese envoltorio ha sido dejado de lado para su siguiente paso. Cabría aguardar hasta un tercer episodio, pues, para determinar si lo del floridense es un enfoque que trasciende el mero diletantismo o si se establece definitivamente en el cuadrante visitado por Programática.

Precedida por el sencillo virtual “Desacelera” (junio), la puesta de largo tiene lugar en agosto pasado. HDA se aproxima con más ahínco que Laktik a los predios del synthwave y del minimal synth. Como ocurre en el caso de Soffia, Santa Cruz abraza el lo fi -pero, marcando distancia de lo que sucede con Lucas, esa dosis de baja fidelidad es accesoria. Esta circunstancia y el armazón de teclados que sostiene el 85% de la música encapsulada en Programática acercan al individualista por igual a la new wave y al darkwave. Un poco más de potencia auditivo-chillona conducida a través de ese andamiaje, y estaríamos hablando no de minimal synth, sino de Hi-NRG.

Con vigor plausible, el tape también se mueve creando constantemente escenarios de ciencia ficción, a veces muy retro (como en “Ataque De Saturno”, donde junto a Agua Viva y a Laktik se zambulle al interior de la Sulaco) y a veces mirando sin miedo hacia el horizonte -tanto las vibrantes “Orión, De Lejos” y “Elevadores Galaxia” como la imponente “Sombra Paralela” (con Helen Gonçalves en las vocales) te transportan al interior de cualquier nave hirogen, huyendo para no ser literalmente deshuesado/a.

Lo único que le puedo reclamar al Santa Cruz solista es que el debut haya sido tan corto. Mencionados en el párrafo anterior, ésos son todos los temas originales que componen este Programática. El menú se completa con las remezclas de David Ghetto (cuyo remix de “Desacelera” hacía las veces de lado B de la versión single), Águilas Paralelas (“Orión, De Lejos”) y Matías Rivera (un segundo remix de “Desacelera”).

Raramente agrego una post data al momento de postear por primera vez un texto. Creo que la última oportunidad fue a propósito del disco-testamento de Salón Dadá/Col Corazón. El hecho es que Poxi Records, independiente mapocha especializada en cassettes que comenzase a funcionar a fines del 2017, se merece unas buenas salvas de aplausos. Teniendo como únicos rasgos aglutinantes a la Baja Fidelidad y a una peculiar apuesta visual que se plasma en portadas de cintas y afiches, la disquera se allana a publicar cualquier género, encargándose de casi todas las fases de producción tras haber quedado el master concluido. Escaso tiraje en cintas y vinilos (no más de 50 copias), así como un frontal desinterés por consideraciones crematísticas, convierten a esta discográfica en un ejemplo conspicuo de activismo sonoro, de resistencia anti-corporativa. Fundada por Soffia y Pedro Rajevic, esta modesta label ha conseguido que tres de sus publicaciones cosecha 2020 rankeasen alto en los circuitos más autárquicos de la escena independiente sureña (corona la terna Esquemáticos de Prácticas Magnéticas).

Una victoria incontrastable de la ética DIY.

Hákim de Merv

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