(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 20 de octubre del 2021.)
Pienso en esa extravagante situación al verificar que Rupt + Flex 94 - 96, el cuádruple box set que Seefeel dispensó este año, ha podido concretarse gracias a la colaboración entre Warp y la ¿resucitada? Rephlex Records. Propiedad del Twin y de Grant Wilson-Claridge, Rephlex había cerrado operaciones a inicios del 2015, como parte de las actividades programadas por el primero para priorizar su carrera. Relanzarla, puntualizaría yo: tras el doble Drukqs (2001), el Gemelo no ha hecho sino recurrir a material almacenado en bóveda para soltar EPs y singles desprovistos de la monumental trascendencia que lograba cada endiablado lanzamiento suyo en la última década del siglo pasado. Un “has-been”, de algún modo, como otros de idéntica estirpe.
También Seefeel puede entenderse de esa guisa.
Con la producción de sus mejores épocas desparramada entre Too Pure (Quique),
Rephlex ((Ch-Vox)), Warp (Succour) y Astralwerks (Polyfusia,
seminal recopilación tempranera de 7’’s y extendeds); el epónimo CD -Warp, 2011-
que testimoniaba el rejunte del otrora célebre grupo -adelantado el año
anterior con el Faults EP- no consiguió inaugurar nuevas direcciones en
el cosmos de la música electrónica, tal cual hiciesen los principales títulos
de entre los que he enumerado un par de líneas atrás. Y aunque luego la banda
siguió editando uno que otro sencillo interesante, amén de la sesión radial para el finado John Peel (2019), la sensación que exudaba este retorno era la
de haber perdido drásticamente el paso del Tiempo. Es más, si no fuera por Rupt
+ Flex..., ni idea de que Seefeel seguía existiendo como cuarteto -en el
que Sarah Peacock y Mark Clifford son los únicos miembros de la formación histórica
original, secundados ahora por los nipones Shigeru Ishihara y Kazuhisa Iida.
Alguna vez los periodistas Víctor Lenore y Jesús Llorente escribieron un canónico dossier sobre el post rock para la excelente revista española Factory (número 10), en el que se decía de Seefeel que practicaba “el sonido de Cocteau Twins para el siglo XXI”. Curioso que ni el trío escocés ni los cuatro de Londres hayan llegado a voltear la esquina del milenio: los triates Cocteau se desintegraron en 1997, sin posibilidades reales de rearmarse a día de hoy, mientras Seefeel empezó a cocinar su reentré con el redux de Quique, hace catorce años y después de diversos proyectos sucedáneos (Scala, Disjecta, Sneakster, January). Igualmente curioso es que no se incorpore ningún LP de Mark Clifford y compañía en la discografía recomendada por el informe de Factory, como si el combo no encajase del todo en el “perfil” post rocker trazado, algo insólito considerando que el reportaje avala la opinión que indica que “detrás de cada grupo de post rock hay una etiqueta diferente por inventar”. Casual o voluntaria, esa omisión confirma un dictamen que casi nunca he visto por escrito: más que post rock, la de Clifford-Fletcher-Peacock-Seymour era una alineación híbrida que partía del shoegazing para saltar del post rock al ambient binario de avanzada, y viceversa.
Moonshake, To Rococo Rot, Laika, Tarwater... Son pesos pesados como éstos, entre quienes más a gusto se siente contado el alias londinense. No obstante, nadie podría siquiera insinuar que alguno de ellos se le parece. Como hiciera My Bloody Valentine, y en modo harto distinto del que encarase Main, Seefeel creó una nueva poética de la guitarra procesando su característico timbre a través de multitud de filtros digitales. Luego de una jornada celestial como la de Quique, el perfecto equilibrio sónico entre júbilo entusiasta, hermosura y noise dio pie al trip mitad tenebroso mitad lúdico de Succour. Imagino que remasterizado en el primer compacto de la tetralogía, su percusión minimal/seca/precisa explota las posibilidades expresivas y rituales de tribus que habitarán futuros incalculablemente lejanos. Sus texturas en cascada y su ambient borrascosamente febril parecen la banda sonora ideal para observar en fast-forward la convulsa y cambiante transformación de la geología de jóvenes planetas rocosos.
De cariz similar se revela la segunda rodaja del compendio, bautizada Succour (+). Observando las excepciones hechas, se nota por su acabado -o la falta de éste- que son outtakes de época. Pese a las ambientaciones oscuras/opacas (“As Track“, “As Well”), los inéditos son en su mayoría tanteos atmosféricos premunidos de la ingrávida placidez del ensueño (“Meol 2”, “Meol 3”). El que permanezca el impulso primitivo pero no el tribal/comunitario/gregario parece señalar que se trata de un Succour en estado larval -uno en que las programaciones recién retumban al paso de los tramos finales, como “Fractions 2”, “Rupt (Cut Mix)” y “Monastic”.
Finalmente, el cuarto plástico del box set recibe el chaplín de St / Fr / Sp, dizque por recopilar en su totalidad los EPs Starethrough, Fracture/Tied y Sp/Ga 19. La información es correcta en relación a los dos primeros, pero no en lo tocante al tercero, ya que se insertan “extended live versions” de “Sp19” y “Ga19”. Seefeel añade asimismo “Spangle (Autechre Remix)”, que se edita por primera vez en abril del 2003 como single de Polyfusia Records (propiedad de Clifford), y “Starethrough (Transition Mx)”, que ya se dijo fue obtenida del Reduct EP. Si cabe, éste es el plástico más físico, más corporal de Rupt + Flex 94 - 96: música evocadora y eminentemente rítmica, rotunda en su efectividad y de gran capacidad viral. Todo en orden, salvo por el hecho de que bajo un rótulo similar -St/Fr/Sp- apareció un vinilo doble con dos surcos menos... el 14 de mayo del presente.
Para quienes recién se adentran en el bursting-out a cámara lenta de Seefeel, Rupt + Flex... funciona relativamente bien. Construye una imagen fidedigna de lo que hizo la banda a partir de su ingreso en la nómina Warp, con Starethrough EP, pero no ilustra la cristalina fase repleta de enteógeno ambient líquido que surcó en Quique y en los singles precedentes. Para quienes estamos bastante familiarizados con ese universo, la caja tiene sensiblemente menos que ofrecer: el tomo extra de Succour, el mapa total de (Ch-Vox) y la remasterización de rigor. Se echan en falta las tomas originales del Sp/Ga 19 EP, así como el íntegro del Faults EP. Es, con todo, un testimonio de los días en que Seefeel y afines daban una vuelta de tuerca tras otra en el panorama de la música pop contemporánea de avanzada -y un recordatorio de ese futuro a la altura del cual sólo estuvieron muy pocos de los que arribaron después.
Hákim de Merv
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