(Publicado
originalmente en mi cuenta Facebook el 28 de diciembre del 2015.)
Tuvieron que
desvanecerse más de cinco lustros para que Dante Gonzáles regresase a la cancha
por cuenta propia. Son, efectivamente, 16 los años que median entre el hoy
lejano Diseñar Y Construir (2001,
editado en cassette de manera independiente) y su reciente Universos Paralelos (bajo la égida de Buh Records). Durante todo
este tiempo, por suerte, el músico participó en algunos proyectos, siempre en
la línea de la música electrónica -con la que se iniciase a través de Casus
Belli y Sombras Del Teatro. Recordemos a este respecto su fugaz alias Estación
Perdida, su ingreso a Pestaña -el grupo de “electro-estupidez” (sic) que
comandase el desaparecido Leonardo Bacteria- y sus poco difundidos/valorados
trabajos como parte del ensamble El Hangar De Los Mecánicos (amén de Varsovia,
su banda actual).
Algo que me parecía
sumamente plausible de la música contenida en Diseñar Y Construir era que partía de Kraftwerk sin excluir
referentes entonces contemporáneos, como Aphex Twin, lo que le daba un toque de
frescura a composiciones que acaso pudieron haber visto la luz de manera más
solemne y/o anquilosada. Por el contrario, Diseñar
Y Construir sonaba clásico y a la vez moderno. “Retrofuturista” es una palabra
que se podría admitir aquí con ciertas reservas: el concepto se ajusta, pero el
vocablo tiene ya un sesgo que remite a estetas del tipo de Stereolab o los
primeros Air.
Universos Paralelos se ha enfocado en los 80s. En los
primerísimos 80s, habría que precisar. Es decir, en los días en que aún el
synth no había recibido la bendición de las masas, y por tanto no había sido
asimilado al vocabulario pop que manejaba el mainstream. Inevitable no pensar
en los tracks de los primigenios O.M.D. que no llegaron a las radios -“2nd
Thought”, “Almost”, “The New Stone Age”-. Inevitable, asimismo, no pensar en
John Foxx y su fabuloso Metamatic
(1980, injustamente relegado al olvido en la época, pero luego justicieramente
reivindicado). Gonzáles ha cuajado un disco de extraordinario pop sintético, arrellanado
sobre capas y capas rítmicas de glaciar geometría tan punzante como delicada.
Romántico, lírico, futurista; 'Dantrón' firma un disco bellísimo que no
renuncia a colar también minutos más exigentes –“Continuum” parece extraído de
los scores con que los músicos más avezados adornaban las sci-fi movies de los
50s y los 60s.
Un disco bellísimo,
decía hace unos momentos. Sí. El Arte no tiene la obligación de ser
mañana-tarde-y-noche un constante partirse de las aguas, no tiene que estar
inventando a cada rato la sopa de ajo (como le decía a una buena amiga). Si lo
hace, excelente, es un valor agregado; si no lo hace, suficiente con que
ilumine nuestras vidas -más si es en un país como el nuestro, olvidado hace
rato por el Tiempo. La melodiosidad y esmero con que ha sido concebido este Universos Paralelos basta y sobra para
satisfacer esa conditio sine qua non de la que todo melómano cabal urge.
Felicitaciones,
amigo Dante. Ahora sí, no hay excusas para seguir postergando la justa
reedición digital del Diseñar Y Construir.
Hákim de Merv
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