(Publicado
originalmente en mi cuenta Facebook el 17 de junio del 2013.)
Como regalo por el
Día Del Padre en el año 2013 (padre “canino”, pero padre al fin y al cabo), me
obsequiaron el DVD original de Fantasia
2000. El mismo 16 de junio de aquel año vimos esta, em, ¿“secuela”? de la
inmortal Fantasia (1940).
Cuantitativamente
hablando, se trata de un mediometraje, pues a duras penas consigue llegar a los
70 minutos de duración. Algunos de los segmentos animados no rebasan los 10
minutos (“El Carnaval De Los Animales”, por ejemplo). Otros, por historia y
desarrollo, parecen estar nada más que de relleno. Incluso se repesca “El
Aprendiz De Brujo” del estreno de 1940 (tal cual, menos mal). Y, salvo el
productor Quincy Jones -no sé qué hace allí el responsable del éxito del Thriller (1982) de Jacko- y el querido
James Earl Jones, los presentadores invitados son de clase B para abajo (el
insoportable Steve Martin, la aguachenta Bette Midler).
Cualitativamente
hablando, todo lo que la Disney ahorró en extensión lo gastó en animación de
primerísimo nivel. Comprensiblemente, esta película conmemorativa de los 60
años de la Fantasia original es muy
superior a su predecesora desde el punto de vista técnico -lógico, ¿no?, es lo
mínimo que se le puede exigir a un film de este tipo. Ayuda, cómo no, el hecho
de que la tecnología también haya dado saltos gigantescos para ofrecer soportes
acordes a espectáculos como éste, de casi lujuriosa exhuberancia visual.
En el balance
general, Fantasia 2000 no desentona,
porque va más en la línea de los productos que la Disney desarrolla para
degustación familiar -mientras que la primigenia Fantasia era un vuelazo, que exigía una cultivada concentración al
espectador durante casi toda su proyección. Me quedo con “Pinos De Roma”, que nos
muestra un mundo similar a los que nos dejaban entrever las magníficas portadas
de Roger Dean para Yes, y con “El Pájaro De Fuego”, donde es más que evidente
la asimilación que la Disney ha tenido que hacer -caballero, nomás- de la
tradición cinética del anime.
PD: Ah, también es remarcable el feature “Musicana”, donde se nos cuentan los entretelones de los días post-Fantasia, la decepción que supuso para Walt Disney la escasa acogida que tuvo el film (lo que detuvo la interesantísima propuesta de hacer de Fantasia una película en perpetuo cambio, añadiendo nuevos segmentos con el transcurrir de los años) y el abortado proyecto Musicana -impulsado por dos ducces, dos capazos de la animación de ese entonces: Mel Shaw y Ken Anderson.
:(
UPDATE
COMPLEMENTARIO
En Fantasia 2000, Midler menciona de pasada
una colaboración entre Walt Disney y el inconmensurable Salvador Dalí. Ni en el
metraje ni en los features se alcanza a ver siquiera bocetos de esta
en-teoría-sorprendente colaboración. Afortunadamente, el segmento vio la luz en
formato de corto con el nombre de “Destino”, cinco años después del lanzamiento
de Fantasia 2000. Juzgue el lector la
calidad de la animación que concibieran hace más de siete décadas el director
usamericano y el genio español.
Hákim de Merv
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