jueves, 15 de febrero de 2018

Rock Lima Sur: Compilatorio Vol. 5

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 7 de febrero del 2018.)

Y un buen día, después de casi tres años en mutis, apareció la quinta entrega de las compilaciones/recopilaciones Rock Lima Sur. Valga la aclaración, esta saga de lanzamientos encaja tanto dentro de uno como dentro de otro casillero: son compilaciones porque se trata de cuadros colectivos cuyos participantes tienen algo en común (vivir/haber vivido en la zona austral de la capital peruana), y también son recopilaciones porque no pocos de los temas antologados pertenecen a bandas/artistas que permanecen en sus cuarteles de invierno o ya fenecieron.

Tomando distancia de cómo luce en el plano artístico, toda compilación -y/o recopilación- guarda una innegable cuantía arqueológica, más en un medio como el de la música pop independiente peruana, que desde la precariedad ha luchado durante décadas hasta lograr una (in)cierta estabilidad. Esto es algo que he afirmado antes y seguiré afirmando las veces que sea necesario. También es verdad, sin embargo, que hay antecedentes artísticamente lamentables más allá de tal valor, como puede ser La Generación Perdida: Archivos Secretos Del Rock Independiente Peruano (1997). Las cuatro primeras rodajas de Rock Lima Sur, publicadas en el curso de los años 2014 y 2015, cojeaban justamente de ese pie: con altas y bajas según el episodio, una cuarta parte del global de los concurrentes era valiosa por su diversidad de propuestas, que se desmarcaba de las coordenadas habituales. El resto, por desgracia, redundaba derivativamente en estas últimas: hardcore, metal y sobre todo punk. No me olvido de la importancia del testimonio para nada, pero la repetición incesante en el abanico sonoro le jugaba en contra a la plausible iniciativa del camarada Renzo Lobato, principal encargado de orquestar estas panorámicas.

Se caían de maduras, entonces, preguntas como éstas: “¿es realmente todo lo que hay en el Cono Sur?”, “¿se prioriza el rescate de material de entidades extintas, so pena se desvanezca todo vestigio de su legado?”, “¿se reflejan sólo los gustos de los responsables de armar los discos?”, “¿falta establecer contacto con un espectro más amplio de lo que verdaderamente palpita en el sur de Lima Metropolitana?”.

Para mí, la tercera de estas preguntas seguirá siendo una incógnita en tanto los aludidos se abstengan de absolverla. A las demás parece responder categóricamente este Rock Lima Sur: Compilatorio Vol. 5. No, no era realmente todo lo que hay. Sí, parece haberse priorizado el rescate de material de nombres que ya fueron. Y sí, parece haber faltado antes una mayor comunicación con muchas de las propuestas que pululan de Chorrillos a Lurín, de Villa El Salvador a San Juan De Miraflores -distrito que ha aportado ¡¡¡8!!! de los 21 grupos convocados a esta quinta convocatoria.


Precisamente, consignar los distritos de procedencia es una de las innovaciones que veo en Rock Lima Sur: Compilatorio Vol. 5. Otra es añadir el status de “activo” o “inactivo”, lo que echa ciertas luces sobre el criterio que ha primado en la confección del disco. Únicamente dos alineaciones son acreditadas como inactivas: Amazua (rapcore) y Salón Dadá (after punk). Es esta última un clásico de la generación subte ochentera limeña cuya inclusión puede discutirse (no todos los integrantes vivían/viven en el Cono Sur), pero cuya participación (“Lista L”) corona, con sus guiños a lo Cocteau Twins del Garlands y del Head Over Heals; un esfuerzo discográfico que ahora sí trasciende por completo el mero interés arqueológico/testimonial y se convierte en una gran muestra de lo que, a las personas de inquieta curiosidad, el pop independiente limeño puede ofrecer entre el área capitalina y el Sur Chico. Aunque algunos ya lo supiéramos por Brain, Pez Linterna, Cabezas Descalzas o los desaparecidos Cono Surf.

Está, por ejemplo, el caso de 3Saravia, definido como “hacker music” y que prueba que la electrónica en esos rumbos no está limitada a Cristhdance. Están también los casos de La Musa, quinteto hard rock femenino de Villa El Salvador que emociona gratamente con “Patines Verdes”; de Dublin’s, que flirtea tímidamente con el shoegazing (“Winter”); de 1 Lío, cuyo vigoroso “Ella” me hace pensar en algunos combos de la Shelflife Records y/o en una versión pop de Velocity Girl... Por supuesto, también están los sospechosos comunes (Desastre Social, Darkanus, Necrocracia), pero éstos ahora ocupan sólo la cuarta parte del menú -invirtiendo la proporción de capítulos precedentes, otro acierto más del ...Vol. 5.


Quisiera, no, necesito subrayar dos intervenciones más en este quinto título, una que le disminuye puntos y otra que se los aumenta.

Voy primero con la mala noticia. El disco incluye un tema de Pounda & NoMódico, célebre tándem hip hop que en “Kintsugi” le entra al trap (puajjjjjjj). No sé por qué, francamente. Siendo P&NM un binomio que ha sabido de buenas, tremendas jornadas en el género de Prefuse 73 y RJD2, tiene algo de suicida arriesgarse con el trap -la cara “estilizada” de algo tan zafio, bárbaro y bruto como el reggaetón (estoy refiriéndome a lo estrictamente “sónico”, porque si entro en las letras, ya la cosa se pone escatológicamente aberrante)-. Otra manera de decirlo: un ¿género? prefabricado más, pensado para seguir engatusando a miles de impúberes/púberes/post-púberes que han caído redonditos desde hace años con las babosadas que ofrece nuestra mass media quintomundista. Aunque entiendo que la intención de la dupla chorrillana pueda ser no agarrarse del “fenómeno”, sino hacerlo evolucionar en algo más elaborado, en síntesis el trap es una puta mierda. ¿Para qué, pues, perder tiempo probando con él?

Ahora la buena noticia. El disco también incluye un tema de Pipi Of Monky, formación de Villa María Del Triunfo. No les he escuchado antes, ni en otros discos colectivos ni en vivo. El nombre me repelía lo bastante como para darles esa oportunidad. Hasta ahora. “Fin”, dispuesto casi cerrando el ...Vol. 5, es un sorprendente ejercicio de math rock instrumental; lleno de vitalidad, color, lucidez y energías. Como no les he audicionado previamente, dudo sobre si éste sea su sonido característico -de serlo, no deberían soltarlo nunca.


Felicitaciones a todos los implicados en y detrás del Rock Lima Sur: Compilatorio Vol. 5: un paso bien hacia adelante, dado con entereza, vale por dos.

Hákim de Merv

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