(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 23 de julio de 2025.)
Mediante Vigilia, se adentró el trinomio en las hoscas espesuras del dark rock clásico, balanceándose no pocas veces a la sombra del dark-gothic emergido durante la segunda mitad de los 80s. Lo llevó a cabo, además, ganando peso, agilidad y fuelle; virtudes cuya conjunción le posicionó estéticamente a tiro de piedra de audiencias más extensas que las abroqueladas en torno a nichos darkies (cf. Alcalá Norte). Para Cuerpos De Otros EP, la performance es reeditada, produciendo resultados en la misma frecuencia -e incluso algunos centímetros más adelante.
“Roja Mañana” corre la cortina del extended con renovados ímpetus, desplegando el arsenal del terceto: una ígnea guitarra fantasmal, un drum set bien cuadrado y tenaz, sobre todo un bajo equilibrista. En lo concerniente a este último, se suele decir que cuando mejor lo hace es cuando menos se le nota. Cierto, a menos que hablemos de géneros para los que el mástil de cuatro cuerdas sea arquimédica palanca de apoyo. Tal es la circunstancia: ya consideremos “Gusano” o la densa “Quemar La Realidad”, el bajo del también frontman de Pande-Dios muda en la espina dorsal de las composiciones sitas aquí.
Siento que las letras no han sido todo lo chambeadas que deberían. En ese sentido, me parece que existe una suerte de involución en relación a Vigilia. Las de Cuerpos De Otros EP se me antojan a media caña, apelando más de la cuenta a la socorrida coartada de la rima. No siempre, es verdad, pero tampoco no nunca.
El Fénix es un lanzamiento peculiar. Consta de un 12’’ que es el álbum propiamente dicho, y de un 7’’ adicional que hace las veces de bonus disc. Aunque hermanadas bajo una misma etiqueta que no pretende ser conceptual, en la medida en que ambas rodajas guardan más diferencias que semejanzas, las trataré cual volúmenes distintos.
Como suele ocurrir cuando se aborda la figura del colectivo, A Full Cosmic Sound es una entidad abierta a diversidad de influencias, pues cada músico que se asocia temporal o permanentemente adiciona nuevos colores o tonos a la paleta comunal. No obstante, es verdad que los colectivos tienden a perfilarse sobre la base de sus influencias más marcadas. En el caso de la tropa chilena, las constantes son el ambient, la psicodelia minimal, la Baja Fidelidad y la electrónica; entre otras de menor ascendiente. De ello ya habían dado pruebas en La Automática... y en el directo aludido.
No es distinto el tramo 12’’ de El Fénix. Dedicada a Eduardo Streeter Silva, músico de AFCS fallecido tempranamente, la placa principal se apertrecha de dos temas kilométricos. Lejos de ser la única característica en que comulgan, “El Fénix” y “El Tío Pantera” pueden abordarse como lienzos en progreso -embebidos en un ambient apacible salpicado de eléctricas que suenan/reverberan con austeridad. A veces la intensidad se eleva, posibilitando la aparición de tenues devaneos psicotrópicos. A veces, también, aparecen atemperadas secuencias que tienden a agilizar el movimiento de estas esculturas sónicas. Flota encima suyo siempre la certeza de crescendos propios del post rock más folkie, que aditan a su registro visos de ensueño -lo que, por fortuna, no las hace forzosamente “ensoñadoras”.
En cuanto al 7’’ extra, “Corto Vuelo, Era Una Trampa” se impulsa desde el ruidismo cacofónico consecuencia de topetazos entre el free jazz y el noise, nunca desmarcados de la dialéctica inherente a la música rock. Curiosamente, “Corto...” cobija una cadencia marcial, a despecho del caos en que nace. En las mismas coordenadas se mueve una pista bautizada “En Vivo En Perú (Extracto)”, brevísima muestra de su accionar sobre el escenario. Por su parte, “El Mensaje De Roger” carece de baterías o secuencias, si bien su naturaleza es igual de rockera que la de sus predecesores inmediatos. Dispares rostros de una misma inteligencia colectiva.
A Full Cosmic Sound son, en esta ocasión, Gonzalo Muñoz, Jorge Boher, Ignacio Rodríguez, los hermanos Iván y Álvaro Daguer, el finado Eduardo Streeter, Mauricio Dodds y Roger Sierra.
Hákim de Merv
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