(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 6 de julio del 2022.)
Es la aludida, compositora de ascendencia ucraniana, nacida hace ya 74 otoños en Caracas (circunstancia que recuerda el caso de otro célebre músico venezolano, Vytas Brenner, descendiente de alemanes y residente caraqueño desde sus tres primaveras). Tras un accidente que le imposibilitase continuar ejerciendo como investigadora química y científica, Linde se hizo a los mares de la música electrónica en los albores de los 80s, comenzando a grabar al promediar la treintena. Gracias a algunos préstamos gestionados, consiguió una grabadora de carrete abierto TEAC, un sintetizador Moog Source y otro Polymoog. Algún tiempo después, el arsenal aumentó con una Roland Tape Echo, una drum machine TR505, una mezcladora de 16 canales, un Korg M1 y otro TR88. Artefactos todos que se irían de sus manos con la misma facilidad con que llegaron a ellas, debido a problemas de salud familiares.
La discusión que trajese a colación Aquatic... no ha sido desencadenada tanto por el álbum de marras, sin embargo, como sí por el sesgo que se ha apresurado a dispensarle buen parte de las reseñas que han saludado ostentosamente su aparición. Tal cual lo ha confesado en una entrevista reciente, los óculos en que se reflejaba la Oksana Linde artista eran los de Vangelis, del hombre de las campanas tubulares Mike Oldfield, de la figura clave del prog francés Jean Pierre Alarcen (Sandrose, Eden Rose, Le Système Crapoutchik, Tartempion) y del compatriota de este último, Jean-Michel Jarre. Consecuentemente, son ésas las estéticas que han signado sus creaciones. Basta con presionar play y lo primero que me viene a la mente al escuchar las notas de Aquatic And Other Worlds es la imagen/el imaginario de esa electrónica que, no habiendo acabado todavía de desembarazarse de los empachos del rock sinfónico, fue estigmatizada por los hijos bastardos de Kraftwerk y (mal)tratada acorde.
No obstante, mucho de lo que se ha escrito a raíz del lanzamiento se ha amparado en ese exacto término -“pionera”- para sobredimensionar música y compositora, ubicando a esta última al mismo nivel que el de una Delia Derbyshire o un Karlheinz Stockhausen. Despropósito que estoy seguro nunca cruzó la mente de la joven Oksana. Números como “Mariposas Acuáticas” o “Psicocatálisis” a lo sumo replican la pegadiza evocación que lograsen transmitir las fábulas instrumentales de percepción trans-sónica de Tangerine Dream, cuando el grupo las adaptó a formas más convencionales, durante su travesía ochentera. La propia Linde regala un breve track de nombre “Recordando A Kitaro”, lleno de fervorosa nostalgia dirigida hacia las teatrales eufonías del solista nipón.
Así que, mis queridos/as colegas, ¿necesitan más pruebas para darse cuenta de su cuádruple metida de pata hasta el fondo, al equiparar la obra de Linde a los paradigmas que suponen el genio alemán o la adelantada británica? Ya, pues, no se pasen.
Hákim de Merv
Gracias. Ya lo dije en varias oportunidades. Dedicarme a la música experimental fué algo terapéutico que me ayudó a mitigar en parte la terrible frustración de tener que dejar mi carrera científica, por lesiones definitivas de regiones del cerebro. La Ciencia sigue siendo una inmensa pasión. Y las artes visuales. La música es una de esas grandes pasiones también. Se ha sobredimensionado mi imagen, y éso incomoda. He hecho música a solas como muchos. Y durante mucho tiempo no me consideré compositora. Siempre una amateur. De repente soy pionera (¿?) y comienzo a leer cantidad de artículos donde se me compara con cantidad de músicos realmente muy buenos y que dominan la música electrónica y electroacústica. He aclarado que la pieza "recordando a Kítaro" se llama así pues cuando la terminé me dije "mmm.. me recuerda a Kítaro"· y no le cambié el nombre. Aquí hay una interpretación errónea. Es una pieza que pudo haberse llamado "paseo por el bosque perdido", o "pieza sin nombre". He leído cantidad de suposiciones sobre algunas cosas, algunas imprecisiones de quienes no me preguntaron nada. Uno se encierra encierra en su mundo y hace simplemante lo que le parece, esa inspiración, muchas veces simple, que llega y uno intenta atraparla. Así que estamos de acuerdo. Saludos
ResponderBorrarBuenos días, señora Linde. Muchas gracias por escribir.
BorrarEfectivamente, ha habido una seguidilla de interpretaciones a raíz de la publicación del disco -interpretaciones que con lo que menos tienen que ver, es justo con el álbum en cuestión. Tal cual lo digo en el texto, me parece una recopilación muy disfrutable, una correcta compilación del material compuesto durante la época indicada. Usted, además, ha sido muy honrada en las entrevistas que ha ofrecido a propósito del lanzamiento. Por ello, me ocupé de enfatizar lo suficiente que la puya contenida en esas líneas está dirigida a ese coro que se ha hecho la prensa especializada en torno al muestrario. Celebro que usted haya coincidido en esa lectura, y que estemos de acuerdo.
Permítame hacerle llegar por este medio mis felicitaciones a propósito del contenido de Aquatic And Other Worlds. Y nuevamente, muchas gracias por tomarse la molestia de escribir. Saludos desde Perú.