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miércoles, 12 de julio de 2017

Tom & Jerry Según Gene Deitch (1960-1962)

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 6 de septiembre del 2016.)

Fíjate lo que son las casualidades -o acaso sean las causalidades que aún no podemos comprender desde nuestra (precaria) condición humana. Hace ya cerca de un año, el amigo César Augusto Rivera y yo estuvimos discutiendo el concepto mismo de “psicodelia”, a propósito de un posteo que reboté y que enumeraba los 25 discos más psicodélicos en la historia de la música pop. O algo así. Fue una discusión fructífera (para ambas partes, espero).


Algo que recuerdo de la primera etapa del debate, es que cité el Tom & Jerry del talentosísimo Gene Deitch, como ejemplo de arte psicodélico antes de que la contracultura usamericana acuñase y/o se arrogase el término. Efectivamente, los cortos de Tom y Jerry que dirigiese el realizador estadounidense -hoy casi con 93 inviernos a cuestas- se emitieron entre 1960 y 1962, cuando menos un lustro más antiguos que las primeras referencias psicodélicas en acetato. Volver sobre el correcto uso de esta palabra sería reavivar la polémica, cosa a la que me avengo de buena gana, pero que no es el motivo central del presente texto.


En cierta ocasión, di con un artículo dedicado a Tom & Jerry y sus diferentes encarnaciones. Creo que fue lo primero que encontré en Internet sobre los cortos de Deitch, hace ya muchos años. Lamentablemente, se trató de una opinión negativa en exceso, o quizá se debía a la miopía estética del escritor. Decía que era el peor Tom & Jerry que había visto, porque el ocasional dueño del gato era un consumado sádico, y además las situaciones mostradas en cada corto eran de una violencia extrema, sobre todo para con Tom. Aunque no es una apreciación del todo errónea, sí es notoriamente parcial.


Siempre me he declarado hincha del Tom & Jerry de Deitch. Son episodios violentos, sí, pero sólo en comparación con el resto de encarnaciones de la dupla. Lo que literalmente me alucina es la vivacidad de los colores, los sonidos que parecen provenir de muy lejos -el descubrimiento del sistema “Stereo” apenas acababa de producirse-, las formas cambiantes que nunca perdían la “angulosidad”... Estas características se hallaban adaptadas según la historia que les tocaba ilustrar -a cual más delirante. Aquí un fragmento de Calypso Cat.


Una de las últimas veces que me di vuelta por La Zona Morlock (trinchera especializada en cine-B, en el distrito limeño de Breña), supe que no era el único “enfermo” por el trabajo de Deitch. Se ha lanzado el 2015 un DVD que rescata los 13 cortos dirigidos por Deitch, debidamente remasterizados y con los “special features” de rigor. A raíz del descubrimiento, me entero de lo bien consideradas que están estas piezas de arte audiovisual, que incluso han generado su propia leyenda urbana: puedes encontrar en Internet alusiones varias a un supuesto episodio perdido titulado “Tom’s Basement”, en el que Tom da muerte a Jerry de un modo gore (para la época), y luego un Jerry zombieficado asesina con igual intensidad a Tom.


Hákim de Merv

miércoles, 21 de junio de 2017

Fantasia 2000

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 17 de junio del 2013.)

Como regalo por el Día Del Padre en el año 2013 (padre “canino”, pero padre al fin y al cabo), me obsequiaron el DVD original de Fantasia 2000. El mismo 16 de junio de aquel año vimos esta, em, ¿“secuela”? de la inmortal Fantasia (1940).

Cuantitativamente hablando, se trata de un mediometraje, pues a duras penas consigue llegar a los 70 minutos de duración. Algunos de los segmentos animados no rebasan los 10 minutos (“El Carnaval De Los Animales”, por ejemplo). Otros, por historia y desarrollo, parecen estar nada más que de relleno. Incluso se repesca “El Aprendiz De Brujo” del estreno de 1940 (tal cual, menos mal). Y, salvo el productor Quincy Jones -no sé qué hace allí el responsable del éxito del Thriller (1982) de Jacko- y el querido James Earl Jones, los presentadores invitados son de clase B para abajo (el insoportable Steve Martin, la aguachenta Bette Midler).

Cualitativamente hablando, todo lo que la Disney ahorró en extensión lo gastó en animación de primerísimo nivel. Comprensiblemente, esta película conmemorativa de los 60 años de la Fantasia original es muy superior a su predecesora desde el punto de vista técnico -lógico, ¿no?, es lo mínimo que se le puede exigir a un film de este tipo. Ayuda, cómo no, el hecho de que la tecnología también haya dado saltos gigantescos para ofrecer soportes acordes a espectáculos como éste, de casi lujuriosa exhuberancia visual.


En el balance general, Fantasia 2000 no desentona, porque va más en la línea de los productos que la Disney desarrolla para degustación familiar -mientras que la primigenia Fantasia era un vuelazo, que exigía una cultivada concentración al espectador durante casi toda su proyección. Me quedo con “Pinos De Roma”, que nos muestra un mundo similar a los que nos dejaban entrever las magníficas portadas de Roger Dean para Yes, y con “El Pájaro De Fuego”, donde es más que evidente la asimilación que la Disney ha tenido que hacer -caballero, nomás- de la tradición cinética del anime.


PD: Ah, también es remarcable el feature “Musicana”, donde se nos cuentan los entretelones de los días post-Fantasia, la decepción que supuso para Walt Disney la escasa acogida que tuvo el film (lo que detuvo la interesantísima propuesta de hacer de Fantasia una película en perpetuo cambio, añadiendo nuevos segmentos con el transcurrir de los años) y el abortado proyecto Musicana -impulsado por dos ducces, dos capazos de la animación de ese entonces: Mel Shaw y Ken Anderson.

:(


UPDATE COMPLEMENTARIO

En Fantasia 2000, Midler menciona de pasada una colaboración entre Walt Disney y el inconmensurable Salvador Dalí. Ni en el metraje ni en los features se alcanza a ver siquiera bocetos de esta en-teoría-sorprendente colaboración. Afortunadamente, el segmento vio la luz en formato de corto con el nombre de “Destino”, cinco años después del lanzamiento de Fantasia 2000. Juzgue el lector la calidad de la animación que concibieran hace más de siete décadas el director usamericano y el genio español.


Hákim de Merv

viernes, 9 de junio de 2017

Xiyouji (a) Saiyuuki (a) Peregrinación Al Oeste

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 13 de marzo del 2017.)

Definitivamente, pertenecer ya al sector choclón de la zoociedad de nuestro zarandeado país endosa más desventajas que ventajas. Pero al menos entre estas últimas, hay algunas que todavía nos reportan ciertas satisfacciones -y, no lo neguemos, cierta superioridad sobre quienes llegaron después.

A lo mucho tendría cinco años cuando miré un extraño “dibujo animado” vía canal 7. Eran los días en que “la señal de todos los peruanos” se ponía a la vanguardia en cuanto a difusión de la animación japonesa y a los shows sentai: entre los primeros, se cuentan El Hombre Par, Capitán Centella, Sombrita (siguen nombres); entre los segundos, los siempre evocados Ultraman y Ultrasiete. Después, el canal 5 se pondría las pilas con Fantasmagórico y Sankuokai, pero eso ya es otra historia.

Recuerdo las circunstancias y la escena, por supuesto -tirado sobre el piso de uno de los ambientes de casa, “encodado”, en un televisor de acaso 14 pulgadas y en blanco y negro (todavía no teníamos ningún televisor a colores). Probablemente recuerde tan bien todo ello por lo que vi en la pantalla del aparato. No recuerdo, sin embargo, más que fragmentos de lo que vi: el “dibujo animado” no estaba doblado, y además carecía de subtítulos. Lo que conservo en la memoria son pasajes aislados, revestidos de un cierto ribete mitológico.

No fue sino hasta la salida de Sugoi número 11, en septiembre de 1999, que tuve las herramientas para averiguar a qué animación correspondían las imágenes que observase hacía tantísimos años atrás. En dicha edición, se publicó un artículo que comparaba la historia de Dragon Ball con una historia muchísimo más antigua, titulada Peregrinación Al Oeste. Y aunque el texto por sí solo no me decía nada, los fotogramas que lo acompañaban me mostraban al único personaje cuyos rasgos podía identificar más allá de toda duda. Aprendí entonces que Peregrinación Al Oeste es una novela china de tres volúmenes escrita por Wu Chengen, dada a conocer en 1590, que comparte todas las características del arquetipo que preside la concepción misma de historias similares: la Misión, el Viaje Heroico, el o los Objetos Numinosos... Un literato podría expresarlo con mayor propiedad.

Xiyouji (tal es su nombre chino), también conocida como Saiyuuki (tal es su nombre japonés), es una historia ampliamente conocida en el Lejano Oriente y zonas circundantes; al punto de haberse convertido en fuente de inspiración no sólo para Dragon Ball, sino también para otros animes como Starzinger -aquí en Latinoamérica, le conocimos como El Galáctico (rebusca en tu banco de datos cerebral con el subject “Festival De Los Robots”).

Así, pues, las imágenes que recordaba relacionadas a este exacto personaje encontraron confirmación en el artículo escrito por Carlos Méndez Chang (ya fallecido) y publicado en Sugoi, artículo cuyas dos primeras páginas aparecen en este posteo scanneadas una después de otra... Pero no eran las mismas. Echándome a buscar en Internet con estas pistas, descubrí que lo que vi no era la versión animada de Peregrinación Al Oeste de la que se habla en el texto, sino una historia ¿anterior? ¿posterior? ¿paralela? con el mismo personaje: el travieso y revoltoso Rey Mono Sun Wukong (nótese la semejanza con el nombre del protagonista de Dragon Ball, Son Goku). Lo que vi a mis cinco años o menos fue una animación china cuya justa traducción es Disturbios En La Corte Celestial, a la que se le conoce más como La Rebelión Del Rey Mono.


Desde entonces, he buscado en la Red tanto esta animación como la de Xiyouji. Con la primera hubo algo de suerte: dirigida por Wan Laiming y Mang Cheng, fue producida por el Shanghai Film Institute y estrenada en 1964. Después de un tiempo, he vuelto a buscarla y la encuentro muy bien restaurada, pero sin doblaje ni subtítulos en castellano. No importa. Oportunidades como ésta, de mirar al pasado difuso y limpiarle las telarañas, hay pocas. Dejo el enlace aquí mismo.


Con Xiyouji, en cambio, ha habido poquísima fortuna. Ninguno de los resultados arrojados por Google proporciona información que me aclare el panorama. Desconozco el o los directores, el estudio que la produjo... Sólo una página rusa ha colgado el film completo, con doble pista de audio superpuesta (chino y ruso). Asegura esta fuente que la versión animada de Xiyouji es de 1965, pero prefiero no creerlo hasta poder contrastar la info. Por lo demás, el trazado/diseño de los personajes es el mismo.


El link hacia la página rusa es el principal hallazgo en esta segunda tanda de búsquedas que he hecho para desentrañar el misterio. Entre ésta y la primera tanda, encontré un video de YouTube que utiliza segmentos completos de Xiyouji. La canción parece forjada en ese insoportable zonzonete del pop mainstream noventero tipo Alanis Morissette o Joan Osborne, pero gracias al video puedes apreciar pasajes de la versión animada de Xiyouji -esa toma final de los viajeros, presumo que tras haber culminado la hazaña (viajan a la India en busca de las sagradas sutras del Buda), alejándose del templo coronado por una talla gigantesca de Siddharta Gautama; es fantástica. Imagínate las impresiones que semejante animación puede dejar en niños de cinco años o menos, los estímulos que puede sembrar...


¿Alguien que atesore recuerdos idénticos, entre mis amigos y conocidos?


Hákim de Merv