(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 5 de junio de 2024.)
Efectivamente, Sáez se emociona por igual escuchando a Ultravox y a Jean Michel Jarre, a Depeche Mode y a Vangelis, a Yazoo y a Tangerine Dream. Su estética se alimenta de las sonoridades que emiten un Yamaha DX-7II o una Commodore 64, un GRP A4 Synthesizer o un Oberheim Xpander. Sirviéndose de la interface MIDI para empalmar unas a otras, el output resultante cuaja las más de las veces en un macizo synth pop de sólidas, casi hercúleas secuencias proto-trance. Ésa es una forma de decirlo. Acaso más apropiada para Plenilune, otra sería afirmar que el peninsular cose el sofisticado input glacial de adalides como Gary Numan o John Foxx a la electrónica casi polifónica de rancio cuño, dando lugar así a un continuum que resplandece apolíneo gracias a programaciones refractarias del imaginario de la sci-fi más entusiasta.
El empleo de bpms de alto octanaje envuelve a Plenilune en un halo de futurismo indesmayable, pese a lo cual Sáez se da maña para sortear la uniformidad. Calentar motores y dar la largada con “Stars”, todo es uno. Llena de vitalidad impetuosa, producto del coqueteo con el trance a lo Oakenfold o Tiësto, la pieza corre hacia una segunda parada igual de robusta que la anterior: “Fly To Your Dream”. Sin abandonar el crisol al que ha accedido desde el inicio, la síncopa va amansándose con “Rain”, “You Want Me” y “Fallen Dreams”; estos dos últimos en remezclas acreditadas al gaditano Cyborgdrive. Aquí es manifiesta la reducción de velocidad en los beats, lo que de paso ayuda a que ingresen otros colores -el string artificioso de “You Want Me...”, un rango vocal más agudo que los que desfilaron en números precedentes...
Fruto de un trabajo de seis años, Plenilune no ha satisfecho las ansias editoriales de Rafael Sáez. El madrileño ha anunciado la confección de un artefacto de remixes (titulado provisionalmente Black Sun), del que ya se han dejado escuchar algunos adelantos, y su inmersión en el concebimiento de su segundo opus en estudio. A tal efecto, sugiero que las versiones normales de canciones e instrumentales se posicionen primero en el track list, y se reserven las remezcladas para el final -como se acostumbraba antaño. Confunde un poco escucharles a la inversa.
Hákim de Merv
Mil gracias por esta hermosa reseña de mi álbum , me ha encantado
ResponderBorrarUn placer, estimado Rafael. Mientras el cuerpo aguante, estos bytes siempre estarán abiertos a proyectos y artistas independientes, no importa las latitudes de donde provengan.
BorrarFuerte abrazo desde el lejano Sur.