jueves, 23 de octubre de 2025

Fiorella16: Postales Del Paraíso

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 15 de octubre de 2025.)

Hay que andarse con pies de plomo al reproducir lo que parece ser la última entrega de Fiorella16 para lo poco que falta por transcurrir del ejercicio ‘25. Decir esto podría lucir engañoso e inexacto: el álbum sale el 7 de marzo, y desde entonces el buen José María Málaga ha tenido tiempo de sobra para concebir si no un nuevo largo, al menos un extended play. Con todo, Postales Del Paraíso no es tanto la cereza sobre el pastel de un año generoso del arequipeño, como sí la rúbrica de un período tremendamente fértil en la trayectoria del individualista. Un rush que restalló durante la segunda parte del ‘24 y que terminó de combustionar hace siete meses.

De todas formas, en lo que va del presente es éste el segundo título largo de Málaga, tras ese Pathetic Live Recordings que editase la independiente mapocha ETCS Records. Durante algunas semanas estuvo también disponible un EP denominado Íntima Extravaganza, que iba a ser asimismo materia de esta reseña, posteriormente descolgado de Internet debido a razones desconocidas.

Créditos en BandCamp afirman que esta media docena de tracks fue grabada y mezclada entre marzo y mayo del ‘24. No tengo ninguna razón para dudarlo, pero los nombres de cada uno de los temas indican un rango de tiempo que va de enero del ‘03 a noviembre del ‘24. Se me ocurre pensar, pues, que estos instrumentales eran ideas/bocetos/demos que José María tenía archivados y que decidió plasmar en su forma definitiva hacia fines de mayo del año anterior -con la visible excepción de “Noviembre 2024”, que debe haber sufrido una transformación tal en la fecha señalada, que fue necesario rebautizarle.

¿Estos saltos temporales harían de Postales Del Paraíso una compilación de inéditos? ¿Habría que descartar a priori un carácter conceptual? No necesariamente. En el mejor de los casos, hablamos de un intervalo de más de dos décadas, y no existe frecuencia constante entre una y otra pista como para hablar de la documentación de un lapso creativo correspondiente. Sin embargo, de lo que sí se puede hablar es de una faceta artística en la labor creativa de F16.

Málaga apela a una mitología ficticia -¿expuesta en NoMundoFiorella EP, ‘13?- y explica que estas composiciones son el producto de encuentros/desencuentros con criaturas pertenecientes a ese imaginario. En la práctica, PDP se contrae y se dilata al son de una drone music no por minimalista menos armónica. Sin depurar del todo el registro lo fi, sin abandonar las atmósferas hieráticas, Fiorella16 trenza resonancias, ecos y reverberaciones preñadas de melodías tan austeras como emocionales. Las guitarras se abren paso regularmente, sólo para prosperar en el caos -pensemos no en fárragos cacofónicos con que obliterar tímpanos, sino en esas duplicaciones impensadas que asaltan al visitante en un laberinto de espejos. Por momentos etérea (“Marzo 2024”), por momentos incluso colindante con el famoso efecto ragga indio sesentero (“Diciembre 2018”), la performance del unipersonal oscila entre los dos extremos del esteticismo bliss: el del pop (“Enero 2003”) y el del out (“Noviembre 2024”). Rara vez hace tierra simultáneamente en ambos remates (“Diciembre 2010”).

El único episodio del disco en que José María se reconduce por los cauces habituales de su proyecto es en “Febrero 2024”, el más largo del repertorio. A pesar de hacerse aquí progresivamente tormentoso, el feedback no llega a extralimitarse, coronando la sensación de mesura en un volumen que se queda a contados pasos de la entrada al paraíso en la fortaleza de Alamut. Todo esto, en menos de 27 minutos.

Hákim de Merv

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