#AguanteChile
Desde los días de las “John Peel bands”, las sesiones de radio se han establecido como un otro medio para acercar sensiblemente a las nuevas hornadas de grupos al público mayoritario. Por el célebre programa que hasta su deceso (2004) dirigiese el aludido legendario DJ en la BBC Radio 1, desfilaron decenas y hasta cientos de nombres que a posteriori dejarían huella en la historia de la música pop contemporánea. Fue tan decisiva la fórmula con la que diese Peel, que convirtióse en paradigma sobre el que se han replicado sesiones de radio en distintas partes del mundo, antes y después del fallecimiento del británico.
Desde los días de las “John Peel bands”, las sesiones de radio se han establecido como un otro medio para acercar sensiblemente a las nuevas hornadas de grupos al público mayoritario. Por el célebre programa que hasta su deceso (2004) dirigiese el aludido legendario DJ en la BBC Radio 1, desfilaron decenas y hasta cientos de nombres que a posteriori dejarían huella en la historia de la música pop contemporánea. Fue tan decisiva la fórmula con la que diese Peel, que convirtióse en paradigma sobre el que se han replicado sesiones de radio en distintas partes del mundo, antes y después del fallecimiento del británico.
La publicación del Vamos De Nuevo EP en julio del 2019 es harto
ponderable por varias buenas razones. La que está más a la mano: es el título
con que Maifersoni, uno de los actos más interesantes del indie chileno de los
10s, regresa tras tres años de silencio discográfico -la última referencia
había sido el extended de remixes Monstruo De Tagua Tagua (julio del 2016). Otra razón de (mayor) peso: con Vamos..., el proyecto del guitarrista
Enrique Elgueta ha concretado la transición al formato grupo. Ahora se integran
a Maifersoni los músicos que solían acompañarle en directo: Daniel Ramos (bajo),
Juan Pablo Órdenes (guitarra) y Andrés Ugarte (batería).
Sin embargo, la
principal razón por la que Vamos De Nuevo
merece subrayarse es que se le ha catalogado como “un EP audiovisual”. Mi
memoria no recuerda ningún precedente al respecto, así que debo considerarle el
primero de la Historia. En la práctica, se trata de una sesión de radio, pese a
que el escenario no sea la cabina de una: el cuarteto estrena cinco canciones, registradas
en directo al interior de un estudio de grabación. Detalles del metraje indican
que las tomas corresponden cuando menos a un solo día de grabación, y por ende
las condiciones equivaldrían a las de cualquier sesión radial: realización que
evidencia profusas y fecundas horas de ensayo, equipos seteados al milímetro, toneladas
de calidez, prolijidad incluso en los momentos de distensión -de cuyas
improvisaciones nació la potente apertura, “Príncipes”.
Vamos De Nuevo EP no se distancia del sonido preeminente
en Telar Deslizante (2010) y en el
espectacular Maiferland (Acto De Amor)
(2015). Es el suyo un indie rock que tan pronto puede lucir
colorido/juguetón/vivaz (“Vamos De Nuevo”), aumentando revoluciones a placer o
disminuyéndolas (“Pequeño Mortal”), como vestir sobrio y algo solemne (“Campo
De Acción”) -cuando no acerado, presto a sumergirse en corrientes subterráneas
de noise (“Príncipes”). La dirección de la “placa” podría interpretarse como
indicio de que, si bien ahora Maifersoni es un combo, la composición sigue
siendo cosa de Elgueta. No es así. Más allá de “Príncipes”, la dinámica
colectiva -apegada aquí a la esencia original del alias santiaguino- se
extiende hasta el último surco. Éste, “Que Entre El Frío”, es fruto de la
colaboración entre la banda y Niña Tormenta, nom de guerre de Tiare Galaz, quien debutase en el 2017 con Loza (producido por el talqueño Diego
Lorenzini, de las filas de los irreverentes VariosArtistas). “Que Entre...” completa
la elíptica que traza el EP, aplacando los decibeles de sus movimientos iniciales
y empujando los climas oscuros hacia tensas inmediaciones slowcore. Insospechados
cinco minutos y medio con que Maifersoni parece cerrar una etapa y comenzar
otra, habida cuenta del nuevo trabajo aparecido cuatro meses después.
Aunque hablar de un
output predominante en los dos primeros episodios del hoy cuarteto no ha sido mera
figura retórica, esa descripción ciertamente se ajusta más al estreno del 2010.
Porque en Maiferland..., Elgueta se
internaba por caminos progresivamente divergentes de ese indie de reverb acaramelado-mas-no-empalagoso
y pistones generando implacables el tempo en la mayoría de tracks. “Picorocos
De Guanaqueros”, “Al Acecho Nuevamente” (no muy lejos de lo hecho por Sam
Prekop/The Sea And Cake) o “Partners” proponían distintos grados de
experimentación rítmica e imposibles maridajes entre estéticas que -al menos en
apariencia- no compartían nada. El summum de esas fusiones es “Invocación”, improbable
e inopinado cruce entre Stereolab y el raggamuflin, cuyo sostén percusivo
recuerda (y mucho)... al reggaetón (¡¡¡glup!!!).
Monstrws, colgado en BandCamp a principios de
noviembre último, se trepa a un bus distinto del que abordase Vamos De Nuevo EP. Su norte no es
replicar, magnificado, el extended; sino arriesgarse a atravesar las brechas
que abrió el anterior CD. De ello no se deduce que Maifersoni encarpete lo exhibido
en Telar Deslizante y en parte de Maiferland... Ahí está “Tranquilo Por
Las Piedras”, en sociedad con Las Brumas, y en bastante menor medida las
bellísimas y dramáticas -a un paso del bajón- “Quiltros” y “El Pacto”. Puede
comprobarse asimismo la supervivencia de evasivos efectos digitales, de uso frecuente
en Telar..., en la dupla compuesta por
la casi dionisíaca “Calvario” y el arrullo ‘electro’ de cuna “Vigilia”.
La metamorfosis
aventurada por Maifersoni es la que prima en muchos de los canales de Monstrws. Ésta se verifica en las
rítmicas comparativamente lujuriosas de la cadenciosa y sibarita “Piratas Y
Corsarios”, de “Animal” o del etéreo spaghetti western de “Procesión”. También,
en la percusión medio escurridiza de “No Tengas Miedo” (al lado de Aye Aye,
encargado de los remixes en el EP del 2016). Y, en buena cuenta, durante toda
la segunda parte del esférico: descontando las características previamente
resaltadas, a “Calvario”, “Quiltros”, “Vigilia” y “El Pacto” les embarga una
tirante atmósfera de lobreguez fisurada por distorsivas acometidas
instrumentales que constantemente saltan más allá de los márgenes del indie
rock, combustionadas por una euforia de niveles orgiásticos.
Golazo de disco. No
queda duda, pues, acerca de cómo se han enriquecido la ejecución y la performance
de Maifersoni ahora que su simiente es cuádruple. Y aún cuando declaraciones
públicas afirman que con la composición ocurre lo mismo, lo pienso mejor y ya
no estoy tan seguro. No niego que Ramos, Ugarte y Órdenes hagan valiosas
contribuciones a la hora de componer. Pero sospecho que todo pasa todavía por
el filtro de Elgueta. Es eso, o el camino de tener el control absoluto a
compartirlo con otros tres ha sido más corto y menos traumático de lo que habitualmente
es. Estaré feliz de contar con esa certeza en el caso de Maifersoni.
POST DATA
En este 2020,
Elgueta ha publicado el título Que Ningún Sentimiento Amanezca En Su Casa, junto al poeta Juan Santander: un total de
tres impros acompañados por la voz del bardo.
Hákim de Merv
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