(In crescendo...)
Dos de las
agrupaciones más prominentes adscritas al colectivo UnderPop, dirigido/coordinado
por Josué Vásquez, miembros de Marfilia y de Prealba han dado forma a Satélite
Menor. Esta nueva asociación lleva por lo menos medio año de existencia, ya que
su tema “Maisaje” aparece en el UnderPop...
4.1 (febrero del 2018), hasta ahora última referencia de la saga de
compilaciones publicadas por la mancha pop/rock independiente (aunque eso está
por cambiar en breve).
SM, sin embargo, es
manejado por otro emprendedor sello de estética equivalente -Catenaria Discos. Hace
menos de veinte días, la escudería ha colgado para descarga gratuita el debut, Tímidas Formas De Convivencia EP. Cuatro
canciones pedestres, muy directas y dinámicas, de ascendencia pop española
cosecha 90s, con ese sabor agridulce de bandas como La Buena Vida (la apertura
“Días Nuevos” recuerda su poco a los donostiarras). Bien es cierto que los
muchachos se inclinan hacia la melancolía conforme se suceden las pistas, pero el
cierre de “Maisaje” elude con gracia la trampa mortal de la soledad, la
incomunicación, el eterno duelo entre cerebro y corazón...
El dúo de voces que
caracteriza a Satélite Menor lo integran Sofía Araya (Marfilia) y Antonio
Espinoza (Prealba, además guitarra acústica). Completan la nutrida alineación
Vicente García (Prealba, guitarra eléctrica), Mirko Bailón (bajo), Julio
Guillén (Panoptia, teclado) y Jesu Ccopa (batería).
En el contraste, el
de Club Del Fin Del Mundo es un registro bastante más eléctrico que el de SM.
Compañeros de sello, el cuarteto de San Borja también esgrime un sonido pop/rock
noventero, un tanto más cercano al sonido college/alternativo de la primera
mitad de década. Riffs con buen timing, ritmos pegadizos, ejecución eficaz, chamba
en los arreglos, concisión que se agradece: tales son sus mayores
características.
CDFDM debutó
asimismo con un EP, Luna, sólo que en
octubre del año pasado. La potencia que despliega desde “En Tus Ojos”, lanzado
como single de promoción radial, no decrece hasta que “Mi Cuerpo No Responde”
baja el telón de la jornada; pero sí se acomoda según el caso. Mientras que el surco
epónimo, verbigracia, enrumba hacia espejismos inconscientemente deudores del darkwave;
“Mi Cuerpo...” revisita coordenadas en las que eventualmente coincidiría con
Marfilia.
Notorio punto en
contra: “Juego De Intención”. El track, ejercicio de pop sincopado, es bien
llevado hasta que la voz decide incursionar en el spoken word (3.05 en
adelante). Errores de noviciado, supongo. Sugiero no vuelvan a incurrir en
ellos Hugo Bayona (bajo, coros), Chester Luna (batería), Raúl Bustíos (voz) y Diego
Orosco (guitarra). Libre descarga, como en el caso de Satélite Menor.
De mirada
radicalmente distinta a los 90s, menos de un año ha necesitado Aloysius Acker para
volver a samaquear los predios avant nacionales. Alba EP salió a la luz en mayo, y el cambio que implica con
respecto al homónimo mini-álbum debut (junio del 2017) es demasiado marcado
como para pasar desapercibido.
El proyecto
unipersonal de José Rodríguez maneja en esencia las mismas variables del primer
episodio: bliss, shoegazing, post rock, ethereal music... Cada una de las
cuatro composiciones del extended bebe de ese fino preciosismo pop que le
reportó los mayores elogios al individualista en el lance previo. Pero sólo
una, “Aurora”, puede acreditar la tesitura vaporosa/el puntillazo impresionista
con que Rodríguez rubricaba meses atrás su revisión de la vanguardia más
clásica de fines de los 80s y principios de los 90s.
¿Qué pasa con “Luz
De Otoño”, “Pastoruri” y “Madreselva”? Que sus melodiosas figuras, en otras
condiciones apreciables a simple audición, están enterradas bajo un erosivo vendaval
de distorsión. José ha elegido darle mucho mayor peso al Ruido, lo que resitúa a
Aloysius Acker a unos cuantos pasos del harsh noise. No critico su decisión. Alba EP sigue siendo muestra inobjetable
de cómo debe encararse la música pop contemporánea para transformarla en Arte.
Pero admito que me gustaba más la antigua piel de AA. Free download a través de Bifronte Records (foto: Patricia Saucedo).
Desde la zona
centro-sur del país (Ayacucho), Brageiki Vega manda al tacho tres años de
silencio con su novísimo Tutamanta, quizá
el mejor disco de todos los que se han lanzado en lo que va del año dentro de
la escena independiente peruana.
Vega ha llevado su
peculiar maridaje de músicas vernacular y electrónica a nuevas alturas. Desarrollo
ulterior de lo mostrado tanto en El Espejo De La Iris (2014) como en Wayta EP (2015), en Tutamanta la
hibridación que practica Brageiki tiene literalmente vida propia: evita las
facetas (“Anqasnina”), las abraza para disgregarse sobre ellas (el lo fi
nocturnal de “Luna Nueva Para El Perú”, el folklore novoandino de “Pukaray” y
“Purikuq” -tributario de maestros como Raúl García Zárate-), desaparece por
completo en favor del componente electrónico de la mezcla (“Infrazul” y
“Atardecer Para Una Noche”, ambas en inédita clave IDM), vuelve a aparecer
reunificada (“Todo Está Químicamente Planeado”, incluye fragmentos de una
conferencia que diese Gustavo Cerati a la comunidad latina en Estados Unidos).
De acontecer unas detrás de otras, estas sucesivas transformaciones evocarían/emularían
ciclos vitales de la naturaleza -el del agua, sin ir más lejos.
Alguna vez alguien
escribió que el folklore andino se metamorfosea según el entorno social en que
se desarrolle, pero olvidó decir que el individuo importa también, y mucho;
tanto o más que la esfera gregaria en que éste se mueve. Siendo Brageiki uno en
quien habitan dos mundos en constante fricción, como igualmente le pasaba al
taita Arguedas, la síntesis de su obra es doblemente encomiable. Tutamanta es la consolidación definitiva
del bellísimo estilo personal que el limeño de raíces ayacuchanas ha decidido
cultivar, para nuestra fortuna -no tengo ni puñetera idea de qué demonios hará
luego para superarse a sí mismo. En sus mejores pasajes, me hace pensar en un
Robin Rimbaud tercermundista que prescinde de todo muestreo expropiado a la red
de telecomunicaciones.
Edita esta gema SuperSpace Records, patria discográfica fundada por el camarada Wilder Gonzales Agreda.
Hákim de Merv
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