(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 9 de febrero del 2022.)
LOS DISCOS PERUANOS DEL 2021 QUE NO ALCANCÉ A RESEÑAR (III)
Con el nombre recortado desde hace algunos almanaques, un lustro después Tetsuo reposiciona en primeros planos el amenazante breakcore que había ido relegando en favor de la virulencia gabber y del demencial vértigo grind -sin omitirles. Al contrario, y como sucediese en los primeros días del unipersonal, estos tres géneros se despedazan entre sí para trenzar la maníaca velocidad de las programaciones, la sobrehumana saturación de las frecuencias, la acerada intuición para seleccionar idóneos sampleos.
Vacío Existencial rompe fuegos con el jungle henchido de distorsión asesina que vomita “Revuelta Con Cadenas Sexuales”. Si no caes fulminado/a por ese garrotazo, el despegue del siguiente es comparativamente más tranquilo, aunque al rato los iracundos golpeteos neurofunk de “Vacío Existencial” terminan de convertirte en un despojo zombificado por los bpms. “Runner”, lección acelerada acerca de cómo subdividir breakbeats hasta la aniquilación, mientras un metálico riff subcutáneo abre caminos para colar el icónico monólogo del replicante Roy Batty (Blade Runner), cierra la primera cara del tape.
Lo que de veras cuenta es que Tetsuo ha revalorado el peso de la variable breakcore en su sonido, uno del cual el mismísimo Leonardo Bacteria estaría orgulloso, al menos por unas semanas. Edita este uppercut Rip Off Records (¿quién más?).
Acotado ese detalle, justo es confesar que el contenido de la rodaja no difiere gran cosa de lo que el músico arequipeño de dormitorio ha mostrado con antelación. El idioma sigue siendo el mismo (bedroom pop), los rasgos de desprolijo lo fi no desorientan, la estupenda mano para los ganchos indie pop sigue portándose como buena. Cualidades que he disfrutado muchas veces al aproximarme a la obra de este individualista. La valía de MM2003, en tal sentido, radica en testimoniar la intacta capacidad del ¿ex? Hombre Del Espacio para esculpir y colorear melodías con las que sintonizar de inmediato. Después de todo, esto es bedroom pop, no música de vanguardia. Exigirle algo más equivale a pedirle manzanas al naranjo.
Se ha dispuesto a Musical Meloncolía 2003 para libre descarga desde el BandCamp de VEM. Antes de proceder con esa opción, te recomiendo hacerte de una copia del CD.
Santiago Pillado-Matheu es de los contados músicos nacionales a quienes incluso las facciones más intransigentes de nuestra escena independiente les reconocen méritos y respetan. Tanto en sus andanzas al frente de El Hombre Misterioso como en el disco junto a José Antonio Mesones (Caudillismo & Pedigrí, 2004), el limeño ha enyuntado y -sobre todo- equilibrado una peculiar vocación experimental a/con formatos pop/rock alternativos. Habiendo aparentemente finalizado la historia de El Hombre Misterioso con su epónimo opus del ’16, Pillado-Matheu encaró en el ’19 un segundo debut gracias a Sanken Rei, asociado a su esposa Mariana Tschudi y a Richard Gutiérrez (ex EHM). Por desgracia, el puñado de singles que han visto la luz (8) no alcanza las cotas que otrora resultaban tan familiares al capitalino.
No toda la banda sonora es así, por supuesto. Tracks de (in)cierta cacofonía como “1968” o “Tierra 2” tienen más de ambiental instalación sonora, un nicho en el que ha destacado el propio Santiago (la música de la instalación La Realidad Ausente, la de la exposición artística homónima de la placa Caudillismo...). Y evidentemente, no podían faltar los temas más accesibles, que así y todo invocan un paisajismo entre melódico y drone: el psicodélico “Asesinato En El Colegio”, el arrebato rockero de “Popachorao”, el enteógeno ritmo trippy/jazzy de “Alianza Para El Progreso”, o los bellamente bucólicos “Revolución” y “Tierra 3”.
El mérito de este soundtrack se cifra en una invitación doble -a acercarse a la obra de Pillado-Matheu y al documental en cuestión. Puedes ver la versión completa de la película haciendo click aquí.
El año pasado se cierra con dos lanzamientos simultáneos (7/12). Ocupa plaza en su BandCamp el single “Nulle Part” (“Mena” como b-side), mientras que el extended Ida Y Vuelta A La Tierra De Los Insectos hace otro tanto en el de la discográfica azteca Silencio EPI. Escojo este último no sólo por ser un EP, sino también por ser el artefacto del que el crédito peruano extracta la materia para el sencillo virtual, y además por haber sido cedido a la misma escudería que se la jugó con un muestrario tan complejo y de elevada calificación como Roiduoma... (¿el volumen II para cuándo?).
Otros elementos destacables son los psicotrópicos trallazos de guitarra (como los de “De Un Mal Sueño...”), el pincel del ¿casiotón? (que dirige la insectil melodía de “Entre Idas Y Vueltas...” a partir del minuto 6), las grabaciones de campo (coronando ambas caras del EP), y la minimal/liminal línea de bajo; audible claramente hacia el final de “Entre Idas...”. Un aperitivo de cara a las nuevas empresas que se trae entre manos José María para este 2022 -el anunciado debut en largo de El Divino Juego Del Caos, entre ellas.
Hákim de Merv
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