Mostrando las entradas con la etiqueta Garage. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Garage. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de mayo de 2022

Aloysius Acker: Otoño / Invierno EP / S/T // Kaiser: Cállate, Mira Y Escucha EP

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 18 de mayo del 2022.)

Se ha mostrado asaz diligente José Rodríguez vistiendo desde hace algunos meses las sedas de sólo uno de sus proyectos personales. En la veintena de noviembre pasado, Aloysius Acker colgó cuatro pistas en un link que cumplía la función de lanzamiento, aunque originalmente éste carecía de nombre (“...agrupadas sin intención de conformar un disco o EP...”, expuso el músico en su muro). Ya en febrero del ‘22, salió un mini-álbum con la enigmática denominación de S/T, genérico marbete del que siempre he descreído -a menos, claro, que realmente lo que se quiera decir es “S/T” y no “Sin Título”. En la medida en que uno y otro registro no se distancian entre sí, y dada la brevedad de ambos, reseñarles por separado se hace tarea difícil de encarar para cualquiera; pero sobre todo fútil.

Si en Vergel (3/21), Rodríguez había comenzado a maniobrar el timón del excelente unipersonal hacia estéticas electrónicas favorables a/coincidentes con el refinado shoegazing de sus primeras referencias, tanto en Otoño / Invierno EP como en S/T el cambio de curso ha parado en seco. Incluso podría decirse que el viaje inexorable hacia el ambient digital no sólo no continúa, sino que ha desandado uno o dos pasos. Para bien, subrayo: Aloysius Acker se echa el clavado sumergiéndose hasta el fondo en el lagar de un post rock vítreo, cristalino, cuya superficie se mece tupida por opalescentes vapores. Las delicadas notas de sus composiciones se derraman sin entrecortarse, como en un ensueño -propiedad que no se arredra ni siquiera en sus viñetas de mayor apasionamiento, como “Lejanía” o “Recuerdo Que Eras Como Las Nubes”.

Los tersos tramados oníricos que teje el limeño reconfortan y cobijan por igual a quienes les escuchan en el mini-LP y en el extended. No obstante, es en este último que noto una mayor similitud con el sofisticado muzak neoclásico del fallecido Harold Budd. No sólo por una mayor presencia del piano -“Pequeña Elegía” y “Un Día En Invierno Muy Temprano” no serían lo mismo sin esa distintiva sonoridad-, sino también porque en S/T Aloysius Acker se permite sumar al output programaciones y/o secuencias en estado embrionario. Las tímidas/elementales figuras que éstas sugieren/bosquejan, espaciosas y discontinuas, ciñen de una extravagante aureola de voluptuosa irrealidad a canales como “Nadie En Casa”, “Olvidar” o “El Jardín Por La Tarde”. Presencia menor en S/T, el lo fi dosificado de “Eguren”, “Hallar Tu Sombra” y la final “Solitud” acaba por darle al álbum un brillo distinto del que nimba al EP -el del dream noise.

Dos exquisitas miniaturas con que Rodríguez nos recuerda algo que a veces solemos olvidar prontamente: en ningún lado está escrito que es imperativo estar descubriendo la pólvora a cada rato -y aún si así fuera, hasta puede ser indispensable retroceder dos pasos para poder adelantar tres.

Intrigante el transitar de Jean Paul Kaiser por los vericuetos de las escenas independientes nacionales identificadas con el rock grávido/áspero/iracundo. Ha formado parte de los históricos Kaos General (clásico perteneciente al movimiento del rock subterráneo ochentero), de la misma forma en que ha integrado Yiggael, 3AM (otro de los tantos rostros de Miguel Ángel Burga) y Los Entierros. Su diversidad de registro es, pues, cuando menos encomiable: hardcore punk, doom metal al mango, garage space, psych drone, meta stoner...

Desde el ‘20, este devoto de la saga The Omen -Yiggael es el enloquecido monje que pinta los rostros del Anticristo (descubiertos en la segunda entrega de la franquicia), el primer CD de Los Entierros se llama Discípulos De La Vigilia (satánica feligresía que ayuda a Damien Thorn a cumplir sus designios en Omen III: The Final Conflict)- lleva adelante una travesía solista que debutase a fines de marzo, vía extended eyectado por Tóxico Records (escudería de Gatoebrio, Mazo, Reino Ermitaño y Tortuga). Grabado con el concurso del bajista Carlos Vidal (Ciudad Veneno, La Ira De Dios) y del hiperprolífico Herrmann Hamann, quienes vienen secundando al ex KG a partir del ‘21, Cállate, Mira Y Escucha EP ilustra el espinoso/enrevesado crossover donde se volatilizan muchos de los ingredientes antes listados -además de otros como la new wave, el post punk y la psicodelia.

El extended se compone de dos piezas, si bien entrelazadas, diferentes. Rompe los fuegos “Encerrado”, sampleando parte del diálogo entre Dean Brooks y Jack Nicholson (One Flew Over The Cuckoo’s Nest, 1975). El corte es una contundente demostración de resonante proto-punk garagero acunado por cavernosas oquedades megalíticas, con una ácida vibra entre stoner feral y dark necrofílico. Sediciosa combinación la suya, que de por sí concita rápidamente el interés.

“Autómata” marca vehemente contraste al tratarse de una canción de revoluciones sensiblemente menores. Preso de un cansino agobio y de un sentimiento de insondable desasosiego, su espíritu yace en el mausoleo del dark rock de los 80s, poseído por lúgubres climas de exasperante tensión y atribuladas atmósferas de teclado (cortesía de Hamann, también a cargo de mezcla y masterización). Coronan la faena en “Autómata” esa performance vocal a lo decrépitamente aguardientoso crooner de carretera que Kaiser escupe, así como la pesada hipnosis cuasi industrial que destilan las eléctricas de Jean Paul y Herrmann -heredadas tanto de Alien Sex Fiend como de Killing Joke, influencias capitales para este acto.

Entiendo que ambos temas han sido grabados entre el ‘20 y el ‘21. Teniendo en cuenta lo mostrado en ellos, el saldo es alentador, pero asimismo breve. Demasiado, diría yo. Ojalá pronto haya nuevas noticias de Kaiser, que con este EP -un single, en la práctica- nos deja apenas con la miel en los labios.

Hákim de Merv

jueves, 20 de febrero de 2020

Los Saicos: Unreleased Recordings! (Garage Punk Rock'N'Roll Peru '65 - '66) EP // Laghonia: The New Juggler Sound Underground Recordings (Psych Rock Garage From Peru '65 - '69) // Reducidos: Represión § Opresión EP //Fukuyama: Los Días Son Aterradoramente Calmos EP // 27 U H F: Spectrum

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 12 de febrero del 2020.)

LOS DISCOS PERUANOS DEL 2019 QUE NO ALCANCÉ A RESEÑAR (III)

(Recuento sobre EPs varios y un LP que nadie consideró... hasta ahora.)

Resulta cuando menos ridículo que, llegada la temporada de balances anuales, algunas voces/plumas se pongan quisquillosas/cachacientas cuando se empieza a enumerar los discos publicados los últimos doce meses y se incorpora a aquellos que carecen de correlato en el mundo real. Digo, ¿en qué siglo viven? El acto de crear música implica exactamente el mismo esfuerzo bien enrumbe el master para la fábrica, bien se le suba a cualquier plataforma online para escucha y/o descarga pagada/gratuita. Así que no es broma eso de las doscientas referencias en promedio que alcanza, desde hace algunos años, la actividad de la escena peruana independiente al finalizar el calendario.

En el 2019, la otrora hiperactiva RePsychLed Records colgó en su cuenta oficial de BandCamp dos volúmenes de arqueología sonora inestimables por diversos motivos. El primero, aparecido en marzo, es el Unreleased Recordings! (Garage Punk Rock'N'Roll Peru '65 - '66) de Los Saicos. El segundo, nada más arrancar noviembre, es el The New Juggler Sound Underground Recordings (Psych Rock Garage From Peru '65 - '69) de Laghonia. Ambos, sumados, no llegan a los treinta minutos; por lo que no es exagerado calificarlos de EPs. Más que por el orden de salida, procedo observando la antigüedad de sendas formaciones.


Unreleased Recordings!... EP rescata seis tomas distintas del repertorio de Los Saicos -disculparás la licencia, no me acostumbro a llamarles Saicos a secas- que es de dominio común desde su rehabilitación en vinilo y en CD. Imposible calificarlas como simples ensayos: todo apunta a que pertenecen a las “sesiones” previas al registro definitivo de cada uno de los seis singles que pusieron a la venta los cuatro de Lince. Cuadraditas, precisas, en caliente y con el entusiasmo desbordado: así lucen las versiones instrumentales de “El Entierro De Los Gatos”, “Fugitivo De Alcatraz”, “Te Amo” y “Salvaje”.

De otro lado, las tomas de “Cementerio” y “Camisa De Fuerza” lucen con el reverb desmontado, sin resentirse por ello la fuerza primordial que inspiró su nacimiento y encarnó en ambas. El talento auroral a lo cavernícola-en-trip de Erwin Flores, César Castrillón, Rolando Carpio y Pancho Guevara está allí intacto -con el plus, en “Camisa...”, de un intro en el que se cuela la voz del ingeniero encargado de la grabación.

Estos tesoros fueron encontrados por Andrés Tapia, frontman de RePsychLed, después de una larga y exhaustiva búsqueda en los archivos de la desaparecida Dis-Perú. Aguantaron más de medio siglo conservados en viejos y desvencijados carretes de cinta. No sé cuánto ha logrado la remasterización practicada en MCA Studios con la aprobación de los Saicos sobrevivientes (César y Erwin), pero el sonido de este EP virtual es sencillamente fulminante.


El de Laghonia es un caso más complejo. RePsychLed le anuncia como adelanto de un nuevo esférico de material inédito, tal como ocurriese con el Unglue (2005, compendio de versiones alternativas y out-takes del estreno Glue, 1969). El nombre induce a la confusión, pues remite a New Juggler Sound, encarnación anterior del grupo y punto de inicio de una saga que terminase con We All Together y el malhadado experimento disco de The Rollets. Aunque la fase NJS fue documentada con una recopilación epónima de lujo (2013), parece que los rumores sobre el más de un centenar de canciones compuestas durante los tres años que existió el quinteto son verosímiles.

De los cinco surcos que conforman The New Juggler Sound Underground Recordings (Psych Rock Garage From Peru '65 - '69) EP, sólo “Speed Fever” ha sido previamente editado (en Etcétera, 1971, segundo y último capítulo de Laghonia). Aquí se le escucha en modalidad ensayo. El resto -esto lo escribo teniendo a la vista todos los CDs existentes de Laghonia y New Juggler Sound- ha permanecido inédito hasta noviembre pasado.

El sonido es menesteroso, por desgracia. Las condiciones en que tales grabaciones han sobrevivido casi el mismo tiempo que las de Los Saicos han sido, presumo, menos favorables. Es, con todo, suficiente para permitirnos apreciar en breve y de manera mucho más profusa aquello que ya se vislumbra en este extended “promocional”. A saber: una rápida evolución desde melodías empapadas de pop británico esencialmente beatlesco, como “Waiting” y “Thousand Miles From My Love”, hacia formas propias del tórrido psicodelismo que imperase entre finales de los 60s y principios de los 70s, como “‘65 SCA” y “Once Upon A Time”.

Lo que hubiera sido degustar apropiadamente estas delicias de vibrante lisergia unas veces amateur y otras plenamente gestada, escondidas por cinco décadas, sin la cáscara con que las rodea la pobreza aural del registro.


Mientras se aguardan nuevas sobre el futuro de Perra Vida, suspendido tras la deserción de su cantante Diana Matos, dirijo tu atención hacia el proyecto paralelo de su guitarrista Alejandro Delgado. Reducidos graba su primer extended en Lima, chamba que realizaran Gonzalo Porturas y Giovanni Lama, y encarga mezcla y masterizado a Will Killingsworth (en Dead Air Studios, Massachusetts). Exactamente como hiciese PV con Eterno Retorno, sólo que tres meses antes.

Además de Alejandro (guitarra), Reducidos son José (voz), Leo (batería) y Beto (bajo). Que yo sepa, Represión § Opresión EP no cuenta con edición física, aunque se le acredita a Circle One Records y Mala Muerte Discos. La difusión de combo y extended se ha dado básicamente a través de programas especializados de Internet. Tocadas y reseñas, muy pocas todavía.

Escucho a Reducidos y pienso en Joy Division. Obviamente, no el del Closer (1980) o el del Unknown Pleasures (1979), sino el que todavía respondía a la denominación Warsaw y tanteaba el terreno que separaba al punk de su correspondiente post (“Digital”, “Ice Age”). Entiendo, empero, que la comparación es excesiva. Más ajustado a la verdad, por ende, es sostener que el cuarteto me recuerda a Malditos Poetas; ese terceto de los 90s del que hoy nadie guarda memoria -no he visto que alguien se haya tomado la molestia de digitalizar alguna de sus dos maquetas-, y del que Óscar Malca (a) Sigfrido Letal escribiera que levantaba “una fortaleza sobre un charco de sangre”.

Represión § Opresión EP, pues, fluctúa entre el DIY punkoide más clásico y el naciente post punk de fines de los 70s. Cuando bracea acercándose al Año Cero 77, su energía es demoledora e incluso frikeante (“La Bestia”, “Odiado”). Cuando se sumerge en la otra alberca, se/te infesta de grises trepidantes y guitarras flamígeras, abducido por una voz equivalente a la de un aguardientoso Mark Smith tercermundista (“Subordinados” y la excelente “Pinto De Negro”). Constantes de principio a fin: el pulso orgiásticamente iracundo del bajo, el nada asolapado nihilismo de las letras, la emoción disparada como desde las entrañas de un géiser. Por lejos, mucho más recomendable que lo último de Perra Vida.


Asaz arriesgado el viraje que ha implementado con su segundo EP Fukuyama, ahora convertido en dúo, pero ya en conversaciones para volver a corto plazo al formato trío.

Hasta el 7’’ escuetamente bautizado Single (febrero del 2019), que vertebraban “El Fin De La Historia” y “Canción Para K”, la entonces terna surconeña manteníase fiel al estandarte del noise rock más agreste -como proclamara su epónimo extended debut (2018). Lo mostrado en Los Días Son Aterradoramente Calmos EP comporta para el sonido Fukuyama una suerte de atomización: si antes el rock ruidoso que practicaba era uno, hoy es trino, ponderados sus principales componentes según el track al que le des play.

El artefacto abre con la pista homónima de esta entrega, cuatro minutos y medio de dinámico y farragoso rockeo lindante con el noise, que sí puede reconocerse como sucedáneo de “Océano” o “El Almuerzo Desnudo”. En cambio, “Blister 2mg” trashuma tirado para el punk e incluso el hardcore, sin obviar del todo el Ruido.

El cierre del EP, “Palestina”, es lo más desconcertante que hayan grabado Gonzalo Pichihua (batería, teclados) y Juan Pablo Villanueva (guitarra, voz, teclados). Con un título así, y conociendo la postura pro-palestina de Villanueva en el conflicto árabe-israelí, me esperaba una molotov tipo “Thieves” de Ministry o “Holy Wars... The Punishment Due” de Megadeth. Todo lo contrario: “Palestina” es un número pop, con su poco de agónica distorsión eléctrica, donde sobresalen mejor que nunca los teclados. Verdaderamente inesperado.

Próximamente en el universo Fukuyama: una placa recopilando los ocho temas expelidos a la fecha, de inminente aparición, y otra enteramente armada con material de reciente factura.


Rubricada en marzo del 2018 su segunda jornada completa, Eternal Sunset, 27 U H F desplegó a partir de septiembre del mismo año una seguidilla de lanzamientos cortos que le mantuvo en activo trece meses. El problema es que aquí prácticamente nadie se dio por enterado. Sea por la exigua divulgación, sea porque el scrolling de la tablet o del celular nunca es 100% eficiente, no son mínimas las posibilidades de que se te escapen noticias concernientes a artistas de extramuros como éste. Felizmente, tampoco son escasas las posibilidades de que el Azar acuda al rescate.

Tres EPs y un split con Babefake han pavimentado el camino de Marco Luján de un LP a otro. Ni en los tres primeros -Lust EP (2018), Fantasma EP (2019), Caribbean Dreams EP (2019)- ni en el último -in nice place (2019)- encontramos canales que hayan sido reciclados en Spectrum, el más reciente larga duración de 27 U H F, lo cual habla a las claras de un fecundo periodo de creatividad.

Desconcierta un poco el que su tramo inaugural, que va de “U-Matic Memories” a la efímera “LUxXxURY”, nos haga echar en falta la borrosidad kitsch que el vaporwave ha adoptado cual marca registrada. Sección de sonidos cristalinos, aparentemente confeccionados en serie, esta impresión se desvanece con “Spectrum 1”. Junto a “Spectrum 2” y a “Spectrum 3”, esta tríada establece un perímetro que -ahora sí- guarda en su interior todas las virtudes que han encumbrado a 27 U H F como el más célebre exponente peruano de vaporwave. Sintomáticamente, estos tres números contienen sampleos ultradeformados identificables con la señal ochentera de Panamericana Televisión. No por nada PanTel es considerado el proveedor de sampleos vaporwave por excelencia -de la misma manera que el Centro Comercial Camino Real es el espacio público hypnagogic definitivo en Lima (cf. portada del Fantasma EP).

Viejos comerciales de la Pepsi (“Spectrum 1”) y de la desaparecida Telestéreo (“テレステレオtelestereo88fm”), muestreos sonoros de la versión que hace la insufrible Vikki Carr del bolerazo “Total” (“R▲DIO F▲NT△SM▲”) y del jingle paródico de Pataclaun “Pan Con Mantequilla” (“Mighty Manty”, también guiña a la mantequilla homónima que se hizo proverbial gracias a un spot publicitario de la época), esquirlas de reportajes periodísticos sobre la convulsa vida nacional de los 80s (“Spectrum 2”) y del cover -injertado de drum’n’bass- que hace el intragable Julio Iglesias de “Por El Amor De Una Mujer” (“女性の愛のために”, la original es de otro inefable, el asturiano Danny Daniel -quien acusa robo de parte de papito Iglesias-)...

En la medida en que han hecho gala de sampleos cuya cualidad inherente es notoria, rasgo que convierte a cada uno de estos fragmentos sónicos en poderosos referentes capaces de evocar per se un eco cultural definido, los discos de 27 U H F son arcas que dotan de nuevas vida y luminosidad a los vestigios de nuestro imaginario pop común -exactamente como lo propone el canon vaporwave. Spectrum es un plástico divertido y también nostálgico. Así y todo, sigo esperando a que Marco se supere a sí mismo con una rodaja que salte la valla impuesta por Nostalglitch (2017). Por ahora, Spectrum sirve para extenderle el crédito.



Hákim de Merv

jueves, 23 de agosto de 2018

La Vie: Magic Mushroom // Comfuzztible: Sauce Fucsia // Vida En Marte

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 15 de agosto del 2018.)

Cerca de un año atrás, celebré el debut de un proyecto que había visto la luz bajo los cielos de la Ciudad Blanca, si bien su único impulsor no es originario de allí -ni tampoco peruano: Solar Ritual. ¿El título en cuestión? Animales Del Sol. Lo que son las vueltas que da esta vida: hoy celebro la quinta obra in extenso de otro acto individual sureño, éste sí mistiano de cuerpo entero, que guardase hasta el año pasado algunas semejanzas con lo mostrado por SR. Me refiero a La Vie.

Diego Romero, ex Post-All y guitarrista de Peter Pedro, es quien se esconde tras este alias; muy mentado desde que empezase a llamar la atención con su tercer largo, Conexión (2014). A raíz de éste, le presté oídos a su producción anterior, que incluye el Do It Now EP (2013). Tanto el extended como My Days In The Capital (2012) y Be Like The River (2013) me hablaron de una apuesta constante por canciones acústicas que rompen el molde inmaculado de una pop song, sin dejar de ser tales. Hay quien afirmaría que ésa es la esencia del indie rock, pero La Vie bebe además de otras aguas. Se agita en sus discos algo que evoca a Nick Drake, a Stars Of The Lid, al Mark Kozelek solista, a Explosions In The Sky, e incluso al flaco Spinetta. El peso de estos nombres perfila una identidad que fluctúa entre el indie y la variación más agreste del post rock -la americana. ¿En común? La inclinación de ambos bancos sonoros por el acid folk. Agregas el catalizador pop y la resultante cuaja en jornadas como el posterior Autodidacte (2016) y el 7” Cada Día Es Una Vida En Pequeño (2017).

Lo inimaginable sucedió en este 2018. For La Monte Young 7”, segundo single digital, que homenajea al octogenario compositor de vanguardia usamericano; es un ejercicio de despojado ambient noise que se entiende en tanto su condición de tributo. Hoy podría aventurarse que en realidad anunciaba una metamorfosis formal concretada en la siguiente parada.

Ésta, Magic Mushroom, sale en junio. Casi enteramente armada a partir de instrumentación y procesamiento electrónicos (una guitarra eléctrica acompañada del respectivo e-bow, una laptop, loops, un teclado), con esta placa Romero ahora apunta hacia Boards Of Canada, el tutelar Eno, PanSonic, DJ Shadow e incluso Neu! Lo interesante es que la esencia del sonido LV no ha mutado, sino que descuella revestida de parafernalia digital. Y si bien un gran paso para experimentar con los sonidos de naturaleza electrónica fue el consumo de hongos -de ahí el bautizo-, más inclinó la balanza el descubrimiento de la venerable tradición electrónica.

Dos nombres ha ofrecido el músico para comprender Magic Mushroom, ambos dúos: Boards Of Canada y Neu! Me quedo con el 50% del legendario binomio kraut rock alemán que aún vive: Michael Rother. La sabiduría proto-ambient, imbuida de belleza contemplativa y acuarelada, con que el germano diese cátedra en sus LPs solistas; se percibe en el nuevo La Vie a través de sus momentos de frecuencias en technicolor (“Cuando No Hay Un Yo Hay Dicha”), en el robusto aumento de las capas de sintetizador como materia prima para la construcción de los temas (“Más Allá Del Pensamiento”), en el notable enriquecimiento de las texturas timbrales (“Engaño Mental”).

El amor de Romero por el pop sigue vivito y coleando, no obstante. Ello, aunque, hacia el final del viaje; La Vie permee su nueva piel hasta ser atravesada por abstracciones sonoras más enrevesadas (“La Atención Es El Principio De La Inteligencia”, “El Silencio De La Mente Es La Belleza En Sí Misma”). Recomendable para vuelos enteogénicos en estos días grises.


Aprovechando que estuve por Arequipa en mayo, logré hacerme por fin de un ejemplar de Sauce Fucsia (2017), nuevo trabajo de Comfuzztible que a la vez comportase su retorno a la escena characata. Para quienes no le conocen, Comfuzztible debuta en el 2007 con un epónimo que concitó buenos comentarios, dada su sonoridad deudora del psicodélico revival garajero-surf que se soliviantase en la década pasada -saltando hacia la misma vereda que Los Protones y su anterior encarnación, Manganzoides. Un año después, se libera un EP para libre descarga, Fuzz Propano; que no consiguió reeditar los logros del epónimo. A mí no me desagradó, tal vez porque fue lo primero que le oí a la banda (el debut lo encontraría años más tarde, en una tienda de Galerías Brasil).


Felizmente, el cuarteto se ha mantenido todo este tiempo tocando en vivo y componiendo, hasta que decidiera regresar con nuevas entrega y formación. El line up original estaba compuesto por Piero Chávez Velando (voz y teclado), Coco Herrera (batería), Víctor Abarca (guitarra) y Luis André Talavera (bajo). El lugar de este último ahora lo ocupa Joaquín Castañón. La lisérgica portada recibe ecos apagados del arte de discos como los de Jimi Hendrix o The Grateful Dead, lo que indicaría que se ha dado más protagonismo al viejo rock ácido de esos cada vez más lejanos días. Esto, sin embargo, no es tanto así: como sucedía en el epónimo, lo de Comfuzztible es rock protopsicodélico de movedizas melodías, guitarras pericoteras con habilidad para el quite limpio, vocalización en plan de delirio persecutorio, y un groove que invita al desenfreno tal cual aquel “ritmo enfermedad” que se viralizase en la Lima de fines de los 60s.

La novedad respecto de Comfuzztible estriba en el incremento exponencial/adrenalínico de fuzztone y, sobre todo, de Farfisa. Desde “Invasores Del Espacio (Ella Va A La Playa)” hasta la revivalista “Revolución”, ambas fuerzas tallan cada número de Sauce Fucsia, convirtiendo a la mayoría de ellos en un coctel molotov de desbocado y quemante rock cavernícola. Y si uno de estos dos pistones gana el pulseo, ése es el Farfisa, que redondea las tomas finales en performance tan chillona como la de Tren Fantasma (amago clandestino de Diego García, del recordado fanzine Sótano Beat); sólo que en registro mucho más proteico. Canciones como “Spiral Dance”, “Calle Abajo”, “Extraña Piel” y “Flash” no serían lo mismo sin la presencia del consabido órgano.

Comfuzztible no siempre hunde el pedal en el acelerador. Tras “Ese Cristal”, y con la excepción de “Césped Primaveral”, track en el que la banda se transfigura para mostrar su lado más oscuro/agresivo/contemporáneo; los medios tiempos hacen las delicias de las generaciones que vivieron el Verano del Amor en San Francisco. Ello no veda espacio para solos ígneos y punteos acibarados, como el de “Césped Primaveral” (a cargo de Miguel Ángel Burga, invitado de lujo -La Ira De Dios, Culto Al Qondor, 3AM-) y el de “La Chica Del Puente”, respectivamente.

Disco a escuchar con el volumen al tope, Sauce Fucsia marca el retorno del combo mistiano psych-garagero. Si decide nuevamente parar, espero que el reentré no vuelva a demorar nueve años (o más).


La navidad del 2015 trajo como regalo inesperado la publicación de En Bancarrota, estreno de los arequipeños Hombre Del Espacio. Formado en el 2014 por Luis García (bajo), Herber Paredes (guitarra, voz) y Fernando Morales (batería); el trío de indie rock casero consagró el 2016 a la difusión de su primogénito, cerrando el año con La Navidad De Raúl Armas 7’’. Desde entonces, los triates se hallan de para: aunque hace poco (julio) se ha editado nuevo sencillo con dos demos de lo que eventualmente sería un segundo asalto (“Cine Millonario (Versión Invierno)” y “De Hecho, Aún Sigo Rockeando”), los miembros de HDE consideran al grupo todavía inmerso en el receso.

Algún tiempo después de editado En Bancarrota, Herber Paredes se saca de la manga el chaplín de Vida En Marte. Bajo este seudónimo, el guitarrista ha estado lo suficientemente activo como para acreditar a la fecha cinco lanzamientos -sin contar con que, en paralelo, ha dado curso a otro mote unipersonal de apariencia colectiva: Mente & Los Manuscritos (con el que ha puesto para free download Una De Tus Vidas Prestadas EP, 2017).

Apenas germinado, VEM abrazó el catecismo de todo músico de dormitorio -el indie, otra vez. Ruido, pop, ludismo en el testeo de sonidos; son variables que también están presentes en Hombre Del Espacio, si bien más cohesionadas en un formato reconociblemente rockero. El debut Días EP (2016) recoge la impronta del terceto desnudándola hasta lo más básico (“Fábrica De Falsas Memorias”, “Sueños De Frágil Cristal”). Posteriormente, el sureño se ha dejado arrastrar por el lo fi, en un caso de abducción mucho más severo que el de Peatón (por citar un nombre coterráneo).

El lo fi prioriza la urgencia y la vitalidad antes que la pulcritud de registro y el ensayo cuadrado, de modo que lo grabado por Paredes tiene una pinta bastante sucia, lo cual no oblitera sus impacientes despliegues de energía e inventiva pop. De este modo, paulatinamente Vida En Marte se ha alejado del sonido de Hombre Del Espacio. Si en Días EP todavía quedaban resabios del sonido de la terna, en Nietos Cósmicos (2017, single de cuatro temas) esos residuos desaparecen ante el vuelco hacia hechuras pop melódicas dominadas por la Baja Fidelidad, acicaladas con anotaciones raspantes más propias del “hssssss” del cassette, con fade outs arbitrarios, con outputs de retroalimentación -¿a qué punto?- involuntaria. El mismo sino han seguido los otros dos singles, Pornografía Nostálgica (2018) y Mis Beatles (2018), así como el otro EP, Reporte Rápido Del Alma (2018, magníficas “Mi Anticipado Rescate” y “Ladrones De Sinergia”).

Una mixtura senescente de noise, melodioso pop minimal y hasta elementos repescados del folk (sobre todo en el primer round); es la que preside el universo personal de Herber Paredes. Como aparentemente va en serio la cosa, no hay que preocuparse de que un posible regreso de HDE corte la trayectoria de Vida En Marte. Ni la de Mente & Los Manuscritos, que ya ha amenazado con reaparecer.


Hákim de Merv

lunes, 5 de junio de 2017

Brain: LP En Vivo

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 5 de abril del 2017.)

Dentro de algún tiempo, acaso computable en décadas, Lima se convertirá en una desopilante megalópolis -no sólo por la desaforada vastedad que llegará a distinguirla incluso entre las áreas urbanas de igual ¿”categoría”?, sino también por lo monstruosa que será si sigue ganando masa sin orden ni concierto. Olvídate de la vista que de Los Angeles nos ofrece Blade Runner (1982): más se parecerá a esa Los Angeles que se dispersa sobre ladrillo, fango y polvo vislumbrada en Elysium (2013).

Un inédito side-effect de este desenfrenado crecimiento exponencial que ya padece la Ciudad Basural/Jardín es el de las escenas sonoras periféricas/marginales (*) al Damero de Pizarro, que muchos no conoceríamos si no existiese Internet. Quien se lleva las palmas en ese sentido es el camarada Renzo Lobato (Rock Achorao'), gestor de las testimoniales recopilaciones Rock Lima Sur, gracias a cuyos cuatro volúmenes publicados a la fecha hemos podido escuchar voces y músicas de los grupos y artistas habitantes del cono sur de la capital -destaco a Christdance, a Pez Motor, a Cabezas Descalzas, a La Garganta Del Caimán, a Proyecto Polaroid, a Nazgul y a Los Profetas Muertos. Cabría mencionar asimismo a Átomos de Sion y a Muro De Balas como representantes del mismo circuito autárquico, de no ser porque uno y otro lograron hacer sonar sus respectivos nombres gracias a méritos propios.

El amigo Gerson Pucurimay, residente de Villa El Salvador, me hizo llegar hace algunas semanas el registro de una nueva banda surconeña. Digo “registro” porque me parece objetivo describirle de ese modo: su poco creativo título, LP En Vivo (lanzado vía BandCamp en febrero pasado), refleja exactamente lo que es -una sesión de temas aceptablemente ensayados y cuadrados, grabada de un tirón, sin retoques posteriores. Gesto algo osado para tiempos en que ya pueden editarse física o digitalmente trabajos autogestionados a precios accesibles.

Brain será un trío recién estrenado, pero al menos dos de sus integrantes ya tienen experiencia en el ruedo. En efecto, los hermanos Deniz (batería) y Bas Arteaga (bajo y voz) vienen de Futuro Primitivo, cuarteto también de Villa El Salvador que participó en Rock Lima Sur: Compilatorio Vol. 4 (2015) y que a día de hoy sólo tiene grabado un EP casi en las mismas condiciones que Brain -el “casi” no es gratuito, la voz se grabó por separado-. Completa la terna Ben Suárez (guitarra).

Por las razones expuestas hace dos párrafos, LP En Vivo no debiera ser considerado un debut propiamente dicho. Tampoco un live (¿cuántos grupos que debutan con un directo antes que con una grabación en estudio pueden contarse en la historia de la música pop?). Quizá sí el equivalente a una maqueta en caliente, con la adrenalina y una deliciosa conchudez arriba de los 100 kph. Porque el sonido no es de los mejores, sí, y no todas las influencias que declaran están presentes en los ocho números del registro. Pero, mierda, qué frescura la de estos mocosos para revolver ingredientes y despacharse con la agilidad del rayo composiciones -algunas de ellas instrumentales- que suenan a la vez a psicodelia y a garage punk. Súmese a ello que cumplen no sólo con el venerable esquema instrumental del power trío, sino que además acreditan algunas de sus características. La técnica es incipiente, pero está allí: rebeldía cuajada en audioextremismo, contrapuntos varios, debilidad por el pathos del blues-en-estado-bruto antes que por su sonido. Debilidad por los arabescos también -punto a mejorar de cara a la ópera prima en toda regla: dosificados, funcionan mejor.

Me gusta Brain. Me gusta su desparpajo al presentarse de esta manera, su punche en la ejecución, que no sientan miedo para abrir las fauces y tragarse el mundo sin el menor rubor. Por ahora, la gracia ha funcionado. Psychedelic power garage punk desde las entrañas de la Bestia.

(*) Marginal no es lo mismo que marginado: lo primero es una condición abrazada, lo segundo un adjetivo endilgado por terceros. Just in case. ;)


Hákim de Merv