jueves, 11 de marzo de 2021

LEM: Portonazos EP // Ascendente: II

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 3 de marzo del 2021.)

#AguanteChile.

Un histórico de la movida en el hermano país sureño regresa a las andadas...

...luego de algunas enmiendas consecuencia de imprevistos en la voceada hoja de ruta. Empiezo por escribir que LEM ha regresado a su primigenia fase binomial. La salida de Roberto Rowe, quien como parte del grupo se presentara en la séptima edición del festival Integraciones (Fundación Telefónica del Perú) y cuyo trabajo quedase registrado en el bootleg oficial En Vivo Yellow Moon Fest 05/04/14 (2014), deja solitaria en cubierta a la mancuerna fundadora.

De los tres nuevos lanzamientos que LEM anunció a su paso por Lima, tampoco llegó a saberse más. En aquella ocasión, y aprovechando la revisión de 13, “three-way CD” de 1997 al lado de Cáncer y de Shogún; la entonces terna mencionó una selección de material grabado en el periodo ‘96-‘05, otra colección de inéditos -40 minutos- que sacaría en cassette la escudería ETCS, y un esférico firmado por los tres. Ninguno de ellos se ha concretado a la fecha -el disco motivo de estos párrafos, publicado a fines de noviembre último, se acredita únicamente a Óscar Burotto y Ottavio Berbacow.

Portonazos EP, que de extended sólo tiene la chapa, marca así el retorno discográfico del combo experimental ad portas de cumplir 25 años de existencia (obviando el hiato ’99-’07, claro está). Lo hace insuflando de renovada vitalidad muchas de las características siempre presentes en su output: el citado 13, la crucial panorámica de Pulsos (1998, jornada que es a la escena experimental chilena lo que Compilación I del colectivo Crisálida Sónica a su equivalente peruana) y sobre todo el lejano debut en largo Música Para Películas De Ciencia-Ficción De Bajo Presupuesto (1999, señero opus del avant pop mapocho que lamentablemente es inubicable en Internet, pero que he escuchado gracias a la generosidad del compa valpeño Raúl Cabrera).

Declarada desde el título mismo de Música Para Películas..., LEM atesora una cualidad cinemática consustancial al sofisticado ambient de terciopelo digital que el tándem permite manar sosegado, como si éste recorriese un lecho libre de recovecos. La maña de Berbacow y Burotto radica en enyuntar este ambient 50/50 cristalino y disonante a las aristas ásperamente evocadoras del post rock, de tal manera que escuchas los dichosos recovecos y tumbos sin que de veras estén allí. Esa onírica alquimia tiene lugar en la colorida “Arquitectura Fallida” y en la acuática “Crepuscular Pero Inquieto”. En la mejor tradición minimal del Eno profeta del ambient, la tenue/liviana guitarra de esta última se amplifica en el enérgico “OST Para Portonazos”, número con que mandar a la chucha el ego y disociarse un rato de esta realidad que a veces nos malogra horrible el equilibrio interior.

Edita la santiaguina E(lectronic)M(edia)A(ctivities) Records, flamante label también curadora de una recopilación que quita el hipo, a comentarse próximamente: En El Fin Del Mundo, Hasta El Fin Del Mundo (2020).

Orbitando la galaxia binaria centrifugada por Un Festín Sagital y Thanatoloop, territorio que todavía no me atrevo a mapear a conciencia dada la inconmensurable vastedad con que acojona, Ascendente ha extirpado desde las entrañas su segundo esfuerzo el 5 de agosto del 2020. Bautizado lacónicamente como II, a prima facie esta rodaja puede ser entendida como una extensión de lo que mostrara el homónimo entrée (2014), cuyas resonancias entre cadavéricas y ultraterrenas sorteaban con solvencia el lugar común de la negrura casi material alcanzando picos verdaderamente dantescos -planteando de paso la pregunta sobre si lo del terceto era post rock, o si no cabría mejor catalogarlo como “meta rock”.

En la práctica un mini-álbum, II consta de dos canciones y dos instrumentales, intercalados; que se emparejan mejor con su ‘opuesto’ vecino -y que consolidan, más notoriamente en el formato cassette, un rostro diferente del trío para cada lado. Con “No Hay Condena” y “Nuestro Otro Despertar”, el A irradia una oscuridad que no cuaja ni mórbida ni amenazante; pese a la grima alimentada por las sordas moquetas tonales confeccionadas a partir de aquello que puede llamarse “drone de fantasía”.

Bastante más accesible es el equivalente al lado B, donde asientan sus reales “Y Resistirán” y “El Siguiente Buen Camino”: dosificadas las atmósferas cargadas a que la banda se engancha tan fácilmente, son aquí bienvenidas las explosiones secas que fulguran efímeras en las inmensidades penumbrosas.

¿Y, en buena cuenta, existen elementos comunes a toda la obra de Ascendente dispuesta en la placa? Unos cuantos, sí: las oblongas miradas instrumentales (erupcionando hasta en los tracks cantados), las soledades sublunares donde se pierde la mente mientras las notas de II brotan de los parlantes/headphones, el shoegazing de antimateria codificado en el ADN de cada pista... Un símil notable, creo yo, lo resume más adecuadamente: “Es como si el The Cure del Disintegration se animara en el post rock, enfocándose más en el sonido que en la estructura” (Iván Aguayo, de Bahía Mansa). La alusión es categórica: por debajo de lo post rock/“meta rock” que nos pueda parecer el armazón calcáreo de Ascendente, el aroma de Robert Smith circa 1989 logra colarse trayendo a la memoria por igual a “The Same Deep Water As You” y “Homesick”, a “Prayers For Rain” y la pieza homónima de ese irrepetible plástico. Me atrevería a ir un poco más allá, afirmando que tanto “No Hay Condena” como “Y Resistirán” tienen algo cureano en sus letras, aunque quizá sólo sea idea mía, deslumbrado/sugestionado por el brillante parangón del músico chileno.

Ascendente son Rodrigo Astaburuaga en batería y percusión electrónica, Carlos Lazcano en bajo, producción y ruido; y el inagotable Michel Leroy en vocales, eléctrica y efectos. Otro planeta que explorar en los confines de ese sistema estelar dual.

Hákim de Merv

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