Mostrando las entradas con la etiqueta Sound Art. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sound Art. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de noviembre de 2024

Pande-Dios: Quebrar Ventanas EP

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 6 de noviembre de 2024.)

En más de un modo saludable, azora descubrir la existencia del proyecto Pande-Dios. La razón más a la mano tiene que ver con la identidad de su único integrante, Mauro Rojas, miembro de Parasomnia. Éste es un combo cuyo epónimo extended rampaba desde la estética post punk, algo no muy frecuente antaño en tierras chilenas, cuajando ya para el estreno en 33 rpm Vigilia (2022) un discurso más darkwave y gothic pop (ídem). Pande-Dios se halla, ciertamente, muy lejos de esos oscuros territorios.

El segundo motivo por el que sorprende esta incursión es el formato escogido, de prominentes raíces acústicas, o en todo caso electroacústicas. Las características inherentes a ese régimen le posicionan por igual cerca del indie anglosajón nacido en olvidados suburbios lisérgicos, de esa Baja Fidelidad feérica de onirismo espiritista, del nictálope post rock usamericano de surreales paisajismos. Facetas no siempre colindantes que, en Quebrar Ventanas EP, son representadas bien por separado, bien en cómplice connivencia. Ello, tercera causa de admiración, pese a su manifiesta brevedad.

Son esa concisión y la devoción al soundscaping los pilares del método que ayuda a Rojas a redondear en menos de veinte minutos una placa de visos bastante interesantes. Pande-Dios boceta y pigmenta miniaturas de tramados fugaces, de arpegios desenfadados. Asoman éstas bordadas en un dream folk de ensoñación ambient, que casi siempre abraza la senda instrumental -la excepción a tal regla: “Quintay”. Dicha ruta le permite trasvasar de continuo hacia el post rock de este lado del Atlántico, coartada que en mayor/menor medida justifica hablar de lo fi -“Acepto”, “Espacio Alrededor”, “Algo Entre Ojos”- o de glo fi -“De Puerta En Puerta”, “Tu Imagen En La Nube”-. Acontece mayormente lo primero.

Más que de una decisión meditada, que el acabado panorámico de Quebrar Ventanas EP le haga picar lejos del pop de acceso irrestricto es consecuencia de los materiales con que ha sido éste construido. No percibo en el alias solista del santiaguino intenciones de zambullirse en aguas de la experimentación sonora agreste y militante, pero a ello le aproximan su lucidez/lúdica tributaria de Gastr Del Sol, su borrosa y sofocante aridez, la profusión de sus fríos climas ingrávidos. Suficiente combustible como para tornarle arisco a oídos del/de la escucha eminentemente pop.

Publica para descarga gratuita la peruana Chip Musik, que este año ha decidido tomárselo con calma, levantando cuarteles de invierno.

Hákim de Merv

jueves, 15 de agosto de 2024

Zorstka: El Arte De La Nigromancia // La Vie Synthétique: Wrong Market EP

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 7 de agosto de 2024.)

¿Has notado que, de un tiempo a esta parte, “post punk” y “dark” -o “darkwave” o “dark-gothic”- han devenido erróneamente en sinónimos? Antes se decía de Siouxsie Sioux, verbigracia, que era la “reina del dark-gothic”. Ahora, cada vez que se le menciona por alguna razón, se la adorna con el título de “reina del post punk”. ¿Ignorancia? ¿Tarupidez? ¿Un poco de aquí y de allá? Pese a algunos momentos históricos en que ambas tipologías se tocan, “post punk” y “dark” -o “darkwave” o “dark-gothic”- ni siquiera llegan a ser sinónimos relativos. “Post punk” alude al período ‘77-‘84, cuando aparecieron alienaciones cuyo único factor común era una desbordante creatividad para inventar nuevos mundos tras el holocausto punk -género ni siquiera tomado como avatar a superar. “Dark” y similares, por el contrario, comparten una fascinación por atmósferas que sólo toleran los apagados fulgores de unas eléctricas fantasmales/de unos teclados glaciales -y el resto, teñido de impertérrito negro.

Pasa algo extraño con El Arte De La Nigromancia (InClub Records), estreno del acto huancaíno Zorstka, que toma su nombre de la epónima canción de los bielorrusos Nürnberg. A lo largo de este mini-álbum, no son contados los pasajes en que los juninenses explicitan su devoción hacia el dark-gothic, en surcos de ligero o pesado tonelaje. “Sovetskiy Lyubov” y “Bailes Muertos” prueban respectivamente esa afirmación: en clave pop, el primero explora la agilidad trepidante de unos Skeletal Family, mientras que las teclas del segundo se tornan algo más densas a fin de coquetear con la maliciosa crudeza de Southern Death Cult; fugaz protagonista de la primera asonada darkie en el Reino Unido al que se recuerda únicamente por habérsele desgajado The Cult -y que se puede conocer in extenso gracias a la reedición digital cosecha ‘98 que se hizo de la compilación homónima de 1983.

Sin embargo, tan evidente como la veta dark-gothic de Zorstka, que en “Nigromancia” roza la caricaturización (iba a decir que la canción suena a unos The Shroud de segunda, pero los The Shroud mismos son de quinta); es la casi ominosa influencia que sobre el bajo sintético y programaciones del binomio ejercen Stephen Morris y Peter Hook. Y no creo gratuito señalar a estos dos integrantes de los míticos Joy Division, porque fue justamente la banda de Manchester uno de esos pocos episodios -acaso el más brillante, dejando atrás a gigantes como The Cure y los propios Siouxsie And The Banshees- en que confluyeron tanto el dark como el post punk. Temas como “Viaje A Las Estrellas”, “Disco” o “El Último De Los Románticos” acaban favorecidos por la confluencia de gruesos/nerviosos/indesmayables graves y de cortantes/secos golpeteos percusivos que hiciera de los mancunianos uno de los grupos más personales en la historia de la música pop.

No deja de sonar rara la mixtura que (¿cuán intencionalmente?) se ensaya en El Arte De La Nigromancia. De todas formas es claro que requiere de un fogueo bastante más intenso, de una práctica mucho más recurrente, para que bajo ambas instancias comience el dúo a esbozar un estilo lo suficientemente identificable como propio. No es ese camino aún por transitar lo que le resta puntos al mini-LP. Lo que se los quita es un número como “El Retorno”, de prosa tan atrozmente elemental, que me hizo preguntarme si no se la habrían encargado a limitados al mango como Páez, Calamaro o Sabina. Eso, y la voz. A diferencia de lo que sucede en el apartado instrumental, el vocalista y guitarrista de Zorstka demuestra excesivo apego por Nosferatu, Rosetta Stone, The Wake (US), Love Like Blood y similares. Más firmeza y menos impostación, que las voces indiscutidas del dark-gothic se concentraban en ser teatrales antes que teatreras.

A pesar de señas e indicaciones que le sindican como extranjero, hace menos de dos meses apareció un extended play acreditado a cierto unipersonal que es peruano por sus cuatro costados. Verdad que el nombre del proyecto, La Vie Synthétique, apunta a una ascendencia francesa. Los orígenes, empero, son inequívocamente locales. Ídem con la denominación “indie” -más genérica hoy en día, imposible-, que en BandCamp figura junto a su ciudad de “residencia” (París).

Bueno, LVS es el alias individual creado por Alonso Almenara para dar curso a una nueva faceta que inaugurar en su experiencia vital -la de músico. O, en este caso, no-músico. Tarea nada sencilla, máxime si antes se ha estado mucho tiempo en las graderías de la crítica y ahora se salta a la arena -en cierto modo, la pesadilla de todo crítico. No parece ser así para el limeño, que con absoluto desparpajo refiere fecha de concepción y desarrollo concernientes a los canales adosados a Wrong Market EP: una escasa semana.

Quienes le conocemos apenas, podemos especular con que Almenara no busca enfrentarse al pop. Por desgracia, a ello le constriñen las coartadas estilísticas sonoras por él escogidas. En el extended se plasman fugaces paisajes cercanos por igual al happening y al post rock, al ambient y al free jazz, perforados por voces filtradas/tratadas y por fragmentos muestreados como a la vieja usanza del cut and paste. El resultado es asaz hosco para quien no ha paladeado antes esos acibarados sabores. Para quien sí, Wrong Market EP con las justas alcanza a dejar algo de miel en los labios -7 surcos en menos de trece minutos.

La asincopada desconexión del post americano (“Threads”), el despedazado(r) hibridismo del sound art (las dos partes de “Sound Waves”), el abrupto automatismo del free y del non-sense (“Drink Coffee, Dream Faster”, “Alien Procession”), el aislacionismo inherente al ambient de los 90s en adelante (“Dyson Sphere”)... Todo ello encuentra cabida en un minúsculo repertorio, que sólo en “Fishes” cede a la tentación del formato canción -único sístole del breviario en que La Vie Synthétique acaricia el pop como casi sin quererlo.

Habrá quienes califiquen a Wrong Market EP de sobrio debut. Lo es, dada su cortedad. El efecto colateral radica en que esa escueta suficiencia también le provee de un aura artificiosa. Faltó por ahí impulsar mayor evolución en los tracks, fomentar su crecimiento... Tener más paciencia, en resumen. Tal cual se ha editado, el extended tiene pinta de jugada calculadamente adscrita a sonidos blindados por aquello que aún sobrevive tras el rótulo de “crítica especializada”. No estoy asegurando que sea así, sino que lo parece -y mi percepción puede errar, naturalmente. Sea o no el caso, difícilmente podrá Alonso volver a dejarla picando en su siguiente movimiento.

Hákim de Merv

jueves, 18 de julio de 2024

Maribel Tafur: Ultranatura

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 3 de julio de 2024.)

Sin mucho aspaviento ni revuelo, Maribel Tafur ha colgado el 18 de abril lo que debe considerarse su primer largo solista en sentido estricto, una treintena de meses después del magnífico 2106 EP -hasta hace poco, última referencia publicada por la hija de los recordados Maryna Pastor y Jorge Tafur.

Con una ejemplar carrera a cuestas, que incluye experiencias como las de Valium, el emprendimiento propio Intune, Budapest y la reconversión ambient de algunas canciones del recordado programa infantil Nubeluz; la joven multi-instrumentista se adentra en las comarcas del sound art y del landscaping electrónicos durante los más de 48 minutos que se prolonga el recién estrenado Ultranatura. No por vez primera: si bien el extended enrutaba parcialmente las composiciones de Tafur hacia esos exactos vericuetos, el nuevo título se derrama por completo en esas direcciones.

Diez tracks de tenor ambiental, muy ocasionalmente lo fi, materializados en lo que parecen ser paisajes naturales costeros o al menos próximos a manantiales y espejos acuíferos, fecundos en sonoridades pedales y decorados con motivos como extraídos de grabaciones de campo -he ahí las diferencias respecto de 2106 EP. Diez surcos de hídricas texturas minimales, partícipes de una contemplativa naturaleza fluida/circular, abordadas sin descanso por el pálpito sedante y armonioso de un ambient ¿líquido? ¿irreal? ¿límpido? ¿utópico?, que invitan al dulce sosiego y a la meditación más primordial -he ahí las similitudes.

Aludía unas pocas líneas atrás al recurso de ornamentaciones fundamentadas en lo que bien cabría catalogarse como grabaciones de campo. Trinos y gorjeos de aves canoras varias se dejan escuchar en cortes como “Alacant” y “La Albufera Y La Isla De Taquile”. El golpeteo de la lluvia precipitándose sobre lo que acaso es un bosque tropical (“Mineral Manifest”) o los tumbos de plácidos caudales que corren sin prisa hacia insospechados destinos (“Outscape”), son también de la partida. Aunque complementarios, ni siquiera éstos son tan protagónicos como la incesante voz del “conductor universal”, que copa explícita o sutilmente una grandísima parte de la extensión del álbum.

Pulso firme y decidido el que pone en juego Maribel para este Ultranatura, que a algunos/as les puede sonar un tanto excesivo. Quizás sí: dos pistas menos hubieran reportado un mayor coeficiente de cohesión, dada la dispersa y elongada personalidad del volumen cualitativamente hablando, a diferencia de la concisión y de la emotividad despachadas a través de 2106 EP. Detalle menor: con temas de menos o con todos ellos, la estupenda manufactura de este acetato enfatiza a toda hora el flexible/terso carácter emocional de obra y autora.

Hákim de Merv