jueves, 8 de septiembre de 2022

The Spiracles: Suburbios Raros 7" / How Things Went Well When I Met You // Silveria: Futura EP

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 31 de agosto del 2022.)

Bajo estos cielos estrellados, muchas son las historias incógnitas de grupos y solistas dignas de mejor suerte que aquella que el mainstream les asigna desdeñoso. La de The Spiracles es una de ellas, contada como entre gallos y medianoche, acaso aún susceptible de ser recuperada con no poco trabajo. Pongo aquí mi grano de arena, centrándome en el presente y aludiendo ocasionalmente a un pasado que todavía se advierte neblinoso.

En febrero de este año, TS lanza un 7” virtual en el que participa invitada Sabina Odone, ex cantante de Supernova, alineación teen pop mapocha de cierta popularidad durante el cambio de milenio. Con imagen remozada y performance harto más madura, la italo-chilena hace gala de una templada ductibilidad al acompañar el delicado balance entre indie, shoegazing y pop que ofrecen los peruanos en “Suburbios Raros” -canción que ellos mismos consideran les trae de vuelta tras dos años en mutis y convertidos ahora en binomio.

Es precisamente el single el formato que más han explotado los Espiráculos en sus once años de carrera. Desde “Fireflies”, contundente baggy con que debutan en el ‘11, hasta el sencillo estival del ‘22; su singladura abarca una decena de publicaciones entre demos, mezclas alternativas y remixes varios. De ahí que se eche de menos la presencia de estos lanzamientos en los recuentos que suelen abundar en diciembre, habida cuenta de su copiosa producción. Claro, existe la posibilidad de que se deba a la discreta calidad de la música liberada, pero definitivamente no es ése el caso.

Conscientes o no de estas ausencias, de cualquier forma los guitarristas y miembros fundadores del conjunto Enrique Medina y Luis Alberto Rodríguez (ex Resplandor) matan dos pájaros de un tiro festejando el décimo aniversario de su extended play How Things Went Well When I Met You (2012), convirtiéndole para la ocasión en un disco largo adicionando algo de ese material disgregado en 45s. Fabricada en acetato y comercializada por la británica Spinout Nuggets, el lado A de esta reedición alberga el track list original del EP, reservándose el lado B para algunas piezas remozadas y otras que no tanto.

Almost Everything (Alternate Mix)”, por ejemplo, es repescada tal cual se editó en el ‘17. Por su parte, “Mikonos Ambient” (‘16), que comparte con “Almost...” una mayor incidencia en las programaciones; se cuela dotada de una nueva mezcla, implementada en el ‘21. De otro lado, la calidez pop a lo The Sundays de la rebautizada “No Mercy” -“Mercy” en la edición del ’12- es remixeada por Juan Nolag y por José Mendocilla (acreditado en programaciones para la toma oficial de “Mikonos...”). Figuras en ascenso en el panorama electro nacional -Nolag es el celebrado alias individual de Juan Esquivel, actual tecladista de Catervas, mientras que José Mendocilla ha sobresalido en Da Lupune mucho más que en Neon Dominik-, sus reconstrucciones respetan bastante la sensación de filigrana flotante que desprende la composición primigenia. El remix que de “End Of The Affair” acomete Zero83s redondea la cuota de canales nuevos adicionados por la banda en este vinílico reissue.

Resta mencionar un par de cosas, por ahora. Al dúo peruano se le nota muy complementado con Sabina Odone. Por ningún lado sería mala idea que se le incorpore definitivamente a un combo que ha tenido alineaciones sumamente cambiantes a lo largo de su existencia -en sus filas han militado Verónica Grados (quien ahora tiene en June un proyecto de raíces folk), Nicolás Ojeda, Aracelli Fernández, Jason Fashe (Catervas, Vorace) y Romina Roggero (Dispositivo Sueños), entre otros. Dicha continuidad puede ayudar a estabilizar una asociación capaz de firmar rodajas como How Things Went... o la notable Last Night I Dreamt About You (2014, que me los hizo conocer); y sutiles espejismos hechos canciones como “Hot Day”, “Fireflies” y “Beneath A Sky Of Stars”.

Sobre todo de los 10s en adelante, venimos siendo testigos del sostenido crecimiento de un pop nacional con derecho a reclamar esa denominación sin sonrojarse. Un pop independiente con mayúsculas, cuyas creaciones se valen por igual de la simpleza más enternecedora y del detallismo electrónico más frondoso. Un sonido que ha demostrado poder ser comercial, sin necesidad de entregarse a los clichés a que son tan afectos el establishment y su público pavlovianamente condicionado. Es decir, NO Libido, NO Mar De Copas, NO Amor Suicida, NO La Liga Del Sueño. Entidades como Satélite Menor, Lynejami, Marfilia, Club Del Fin Del Mundo, Dead Pop o El Estéreo Tipo han llegado para engrosar el catálogo de ese pop dulce pero no empalagoso/efectivo sin ser machacón/cristalinamente naif que antaño practicaran Madre Matilda, El Diario De Hank, Detrás Del Sol o El Tercer Acto.

Otro nombre a considerar en tal sentido es Silveria, la dupla formada por Natalia Vajda (de los excelentes Mercury Toys) y Noelia Cabrera (Kusama, The Underground Parties, los notables Blue Velvet). El tándem tiene pocos años de nucleado, pero ya se ha metido por los palos en el lado correcto del regimiento pop nativo con sus singles del ’21, “Suspiria” y “Volver” -recogidos en el Futura EP, editado por A Tutiplén Records hace tres meses.

Todas las reseñas que se han escrito sobre Futura han hecho hincapié en las raíces ochenteras de la música de Silveria. Aunque esa observación no es errónea, sí peca de parcial. Nada más arrancar “Espiral”, surco de apertura del esférico, se percibe un output flexible y veloz, lo suficientemente oscuro/elástico/sintético/sofisticado como para identificar prontamente influencias de cepa 80s y 90s. Las líneas de bajo remiten a la que debe considerarse sin discusión “la década maravillosa”, en tanto la profusión de secuencias y la dosificada distorsión aplicada traen a la mente nombres noventeros como Curve, la cara más accesible de Nine Inch Nails -pensemos en clásicos como “Closer” o “Piggy” antes que en “Mr. Self Destruct” o “Terrible Lie”, por favor- y Garbage (lo ubicua que se ha vuelto la impronta del acto de Butch Vig y Shirley Manson en el patio del pop contemporáneo).

La brevedad del EP complota para que los números se identifiquen más con determinados colores, en lugar de acrisolarlos todos. Así, mientras “Espiral” y el single “Suspiria” están muy cerca de las estéticas que eran pan de cada día hace cuatro decenios (después de un largo intro de minuto y medio, “Suspiria” se deschava tributando por igual a Echo And The Bunnymen y al primer New Order), “Cadillac” y el 45 “Volver” prefieren mimetizarse con la última década del siglo anterior (“Cadillac”, es más, me hizo alucinar con lo que habría hecho un grupo como el de Trent Reznor sustituyendo a éste por el Perry Farrell del Jane’s Addiction clásico). El acierto definitivo es no perder nunca de vista el punto medio entre la melodía bien trabajada y el hedonismo con que ésta se recubre, haciendo factible que casi cada tema del extended pueda escucharse tantas veces como bailarse en discotecas.

Acabo de teclear “casi”. No me convence el cierre de Futura EP, asignado a una versión de “Volver” subtitulada ‘Ira Zema Remix’. La perpetra una tal Ira Zema Vera, que supongo se llama así en honor a Irasema Dilián, gran actriz brasilero-italiana perteneciente a la época dorada del cine mexicano. Su remezcla favorece estructuras rítmicas que se asemejan excesivamente a las de esa plaga de nuestros días que es el fétido reggaetón. Paso en falso que empaña, sin difuminar, los altos réditos que Silveria obtiene con este estreno en corto. Produce Nicolás Miranda (Mercury Toys, Theremyn_4).

Hákim de Merv

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