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miércoles, 28 de febrero de 2024

Qoa Bock: QATQE // Inzul: Las Cosas Que Nunca Te Dije // Teresa Burga · Estructura Propuesta Sonido: Piezas Para Instalaciones Y Composiciones Con Notas Al Azar (1972​-​2017) // Paradigmas Frecuenciales II

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 21 de febrero de 2024.)

LOS DISCOS PERUANOS DE 2023 QUE NO ALCANCÉ A RESEÑAR (IV)

Al aproximarse la quincena de noviembre, se colgó en Internet el estreno absoluto de Qoa Bock, alias ayacuchano de raigambre copada por la electrónica noventera. En concreto, la de esa IDM que rezumaba abundante al promediar una década tan cara a las vanguardias analógico-digitales. Tras el chaplín toma posiciones Joaquín Bock Falconi, joven músico que como buen melómano invoca referentes para nada cercanos a lo que deja entrever su puesta de largo -Joy Division, El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados, Quarteto Jobim Morelebaum, el Cerati solista (el más interesante, pese a/precisamente por ser en suma un esteta del muestreo); entre otros.

Ni bien comienzas a reproducir QATQE, con la obertura hermosamente titulada “Futuro Del Ayer”, las evidencias asoman incontrovertibles. El muchacho es un artesano de melopeas cimentadas sobre lienzos de futurista abstraccionismo, paños que no rehúyen las rugosidades ni los contornos angulosos de éstas, y que aún así se desborda vertiéndose sobre pliegues y asperezas con la ductibilidad del metal líquido. La irreal musicalidad del largo ha sido preñada de una belleza misteriosa mas no impenetrable. “Causa Y Esperanza” se la juega decididamente por el camino que dicta “Futuro...”, aunque se encabrite su poco.

“Concha Toro” padece un cuadro agudo de supresión de pulsos percusivos, quedándose en trazados puramente texturales, lo mismo que “Dios Ocular”. Sin embargo, este último y “Palpa Ser” esconden en sus sobrecejos de “techno al glasé” la pentafónica emotividad azul característica de las infinitas soledades andinas. Es la última vez en QATQE que ese áurico efecto palpita, porque a partir de “Algendoso” Qoa Bock escoge adentrarse en territorios etereogeométricos, trastocándose levemente la fisionomía del debut.

“Algendoso” y “Torcaza”, entonces, se enfocan en el abstract techno ilustrado a pincelazos sueltos, generoso en euritmias insinuadas que consiguen dulcificar la electrónica de matemática rigurosidad. No rebasan, pues, los límites de lo decorativo; a diferencia de “Danzaq”, que media entre ambos y que oscurece grandemente las atmósferas del CD merced a la recurrencia de rasgos mucho más rudimentarios que los hasta aquí empleados. Epiloga Bock Falconi su prometedor viaje inaugural con la inmaculada melancolía de “Taytaky Azulado”, dejando atrás esa poética de la precisión artificial al micrón, que así y todo empieza a invadirle al promediar el tema: primero muy sutilmente, luego en abierta trasgresión para hacerse de las riendas y volverle al redil. Bonito escarceo inicial, lleno de posibilidades, publicado en el BandCamp de QB y en el de SuperSpace Records, que ha contado con los buenos oficios de Brageiki Vega y Carlos Mancha.

Rastreando información sobre Inzul a propósito de las denuncias que por estos días se han hecho públicas contra Ángelo Grijalva, músico de apoyo en directo y otrora integrante de los extintos Incendios Forestales Del Viejo Continente, descubro que Subterráneo data en realidad del año 2014. Al leer algunas declaraciones de Stefano Cedeño Vidal, fundador de la banda, me entero del profundo trabajo de reingeniería que Subterráneo hubo de atravesar para que el grupo quedase satisfecho, antes de lanzarle oficialmente (‘17). En su momento, no pude escuchar el debut del acto, que a posteriori me pareció cumplidor en grado casi excelso.

Medio horóscopo chino después, Inzul da luz verde a su segundo esfuerzo, cuyo resultado es dramáticamente distinto del ofrecido por el predecesor. Si Subterráneo versión ‘17 bebía con fruición y sin complejos del rock alternativo de los 90s y del indie de los 00s, enmarcando el maridaje bajo estrictos parámetros pop y posicionándole paralelamente a algunas cuadras de distancia de gente como Gelatina Magma, Radiopostales o Moldes; Las Cosas Que Nunca Te Dije no se desvía de la ruta sino ocasionalmente, como en los postreros segundos de “Historia De Amor” y sobre todo en el pseudo bolero “Tutorial Para Olvidarme De Ti”. El problema es que aún cuando el paradigma de edificación es el mismo, pierde éste mucho de su fuelle toda vez que en el rubro letrístico y en el de la voz se han abierto las puertas -de par en par, parece- a influencias que no tienen un carajo que ver con las coordenadas que el hoy dúo ha venido fatigando desde hace diez años.

En lo concerniente a las letras, éstas hacen gala de un sentido de la rima a la altura del odioso trap e incluso del repugnante reggaetón. O sea, una mierda. En lo tocante a las vocales, no he encontrado señas que indiquen cambios en el puesto de cantante, por lo que cabe especular acerca de un gravísimo caso de involución respecto de Subterráneo. ¿Retrocediendo hacia dónde? Exacto: hacia los sospechosos ya enunciados. Tenemos un álbum, por ende, que trata de no bajar la guardia en cuanto al sonido: medios tiempos, pop/rock de concepción esmerada, complexión sencilla... Ese mismo tesón, sin embargo, es víctima de un sabotaje que proviene del propio tándem: letras francamente vergonzosas (“...Como Drake Sin Josh/Separados Los Dos...” en “Alma Rota”, “...Tu Amor No Tiene Indicaciones/Y Yo Aquí Escribiéndote Canciones...” en “La Duda”) y una performance vocal cuando menos deleznable, salvo quizá en “Nadie Quiere Como Tú” y en los primeros dos minutos y cuarenta segundos de “Historia De Amor”.

Habría que ponerse a conjeturar cuánto ha incidido en este pésimo movimiento, curiosamente autodenominado como de “migración”, el cambio de alineación de Inzul desde su nacimiento hasta la hora actual. Algo de eso debe haber, porque una cosa es tomar decisiones entre cinco y otra muy distinta hacerlo entre dos -los sobrevivientes son Cedeño Vidal y Renzo Romani. Por cierto, Grijalva sí fue miembro activo de Inzul en su fase quinteto. Posteriormente, se quedó sólo como músico de soporte en vivo. Por fortuna, el binomio se ha desvinculado inmediata y definitivamente de él, ante las acusaciones de misoginia y de violencia contra la mujer.

En los idus del penúltimo mes del ’23, se prensa en acetato Estructura Propuesta Sonido: Piezas Para Instalaciones Y Composiciones Con Notas Al Azar (1972-2017), artefacto que compila algunas instalaciones sónicas de la iquiteña Teresa Burga compuestas durante el período de tiempo ponderado en el subtítulo. El vinilo se ha gestionado en parte gracias a Proyecto AMIL, plataforma suizo-peruana de 14 años de vida que apuesta por creaciones artísticas fluctuantes entre la plástica y la música.

Fallecida en el ‘21 a la longeva edad de 85 inviernos, Burga estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Ingeniería, carrera que abandonó dos años después para entrar a la facultad de Arte de la PUCP. Su formación básica fue, pues, visual -dibujo y pintura, en esencia. Desde allí dio el salto a los predios del sound art con Arte Nuevo, frente artístico avant garde que empezó a inyectar en el medio peruano las entonces nuevas tendencias vanguardistas. La artista era, además, una pionera en lo relativo a intervenciones multidisciplinarias que interrogasen el rol/la condición/el sentir de la mujer en una sociedad que aún estaba lejos de incluirla seriamente.

Cada uno de los cinco surcos considerados en el esférico curado en comandita con Buh Records procede de algún registro, alguna exhibición museográfica, algún encargo de/a terceros -como es el caso de “Borges”, readaptado como score por Jan Diego Malachowski en el ‘15 e interpretado para la ocasión (‘17) por los argentinos Alan Courtis y Alma Laprida. Cada uno atestigua no sólo la asimilación teórica de las “nuevas direcciones” propugnadas por colectivos como Fluxus o por las hornadas de compositores electroacústicos de avanzada que el siglo XX vio germinar entre los 40s y los 70s, sino principalmente su efectiva puesta en práctica. “Estructura Informe Corazón” y “Mensaje 4”, por ejemplo, se sirven de latidos cardíacos pregrabados y la agreste estática televisiva. Por otra parte, aunque las dos versiones de “Estructura Propuesta Sonido I” se han visto reelaboradas a partir de guitarras acústicas, evaden caer en melodías convencionales aproximándose a la atonalidad de unos, digamos, Gastr Del Sol. Lo mismo vale para la voz en el caso de la fechada en 2015.

Sonidos trastocados interviniendo soportes físicos y medios de reproducción, sí, pero también experimentos asimétricos y síntesis performativas con las reverberación y modulación que prometían formatos entonces no lo suficientemente explorados (como la cinta magnética). Las grabaciones salvaguardadas por Estructura Propuesta Sonido... son, dada su antigüedad, muy adelantadas a su época. Por desgracia, yo, habitante de un presente muchos decenios posterior; no puedo evitar sentir cierto tedio al escuchar una vez más el contenido de la rodaja, que ya me suena a repetición, a coartada fácil, a cliché (así y todo la info me indique lo contrario). Ése es el principal hándicap de la arqueología sonora: en su afán por repescar grabaciones valiosas, rara vez sabe cuándo detenerse y acaba recuperándolo todo, incluso lo malo -cf. el Anthology beatlesco.

Me imagino que Teresa Burga tiene todavía una obra extensa esperando a ser adecuadamente restaurada y reeditada. Y no sé qué tan representativa de sus virtudes sea esta compilación. Aún en el caso de que lo fuera, se me hace imposible dejar de fruncir el ceño y detener la mueca de hastío que aflora en la comisura de mis labios.

Paradigmas Frecuenciales (I) había dejado irresoluta la cuestión sobre si la serie de Chip Musik que aperturaba se volcaría hacia incursiones cortas o hacia las de largo recorrido. Eyectado el 14 de diciembre, Paradigmas Frecuenciales II mantiene abierta la interrogante, si bien el fiel de la balanza lo desnivela en favor de las primeras -sus cerca de 13 minutos confirman la clasificación de single, o en todo caso la de “three-way single”, bajo la que se le ha liberado.

El sencillo se arma con el concurso de Yume Station, Galactic Seed y Alcaloidë. Abre fuego la arequipeña Karen Huacasi, que con Yume Station ha dado sobradas pruebas de una mano exquisita para la estética glitch y el uso de clicks’n’cuts. El ambient minimal de “Torner Vermell” se atempera emulsionando ritmos microscópicos y quebradizas armonías de music boxes, lo que facilita su trasvase hacia la indietrónica. Un camino interesante, que la mistiana podría explorar -y que llevaría eventualmente a Yume Station a elevar la media de su producción editada.

En los últimos años, el post IDM de Galactic Seed venía recorriendo en paralelo los senderos del braindance,   subgénero   de   hardcore   breakbeat   anterior  a la génesis  del  modelo drum’n’bass -algo así como breaks doblados en velocidad y fermentados al amparo del techno detroitino. De ahí que “Eclipse De Sonido” haya sorprendido a propios y extraños: carente de cualquier rastro de espina dorsal/secuencial, Oscar Cirineo propone aquí emocionados bocetos de ambient digital aupando una senescente melodía que apunta al futurismo distópico. Si bien el color es distinto del utilizado por Yume Station, las rutas confluyen.

Lo de Alcaloidë, en cambio, va en la línea de lo ya mostrado por este a.k.a. de Alexander Fabián. Posicionado en las entrañas de las máquinas, Alcaloidë se dedica a disparar ruido binario aleatorio, ¿interpelado? por dropeos y castigado por borborigmos cuasi industriosos. Pudiera parecer que este tumultuoso huayco de caóticos fárragos dirime al arribar a su ecuador, cuando asoma cierto orden, pero después de un rato a lo único que se asemeja este pandemónium de ritmos crujientes y ensordecedores es a una improbable superposición de koans dionisíacos y surrealistas. Para libre descarga desde el parterre de la discográfica emblema del shoegazing y de la IDM peruchos.

Hákim de Merv

jueves, 7 de julio de 2022

Tierra - Composiciones Acusmáticas De Mujeres Compositoras De La UNM // Habø: [elsilencioeselgrito]

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 29 de junio del 2022.)

Tras el rebautizo que sufriese, al interior de la hoy denominada Universidad Nacional de Música se creó el Laboratorio de Música Electroacústica y Arte Sonoro -apéndice cuya finalidad central es fomentar y difundir el trabajo de las nuevas generaciones de compositores/as electroacústicos/as en el país, esto es aquellos/as que recorren los aleros más distantes de la arquitectónica academicista, casi siempre confluyentes con los extrarradios del pop contemporáneo.

Después del lanzamiento debut, Uno (2020, que contase con algunos músicos de renombre como Teté Leguía y José Ignacio López), el 10 de marzo se publica en el BandCamp de la antedicha plataforma Tierra - Composiciones Acusmáticas De Mujeres Compositoras De La UNM. Es éste el resultado final de un proyecto presentado en el marco del XVIII Coloquio de Estudiantes de Antropología PUCP (2019), llamado “Aquí Estamos Las Mujeres Reunidas Y Te Estamos Cantando”, consistente en la interpretación reconfigurada de un puñado de archivos sonoros pertenecientes al Instituto de Etnomusicología de la misma universidad. Dichas relecturas se realizaron siguiendo los postulados de la música acusmática.

(Breve resumen: en un principio (1955), el pitagórico término que rescataran los franceses Pierre Schaeffer y Jérôme Peignot aludía a composiciones creadas pensando en su difusión a través de altavoces/altoparlantes, descartándose toda ejecución en directo. Dichas composiciones partían de sonidos de ascendencia electroacústica, como los de la música concreta y de la música electrónica anterior al acaecimiento de Kraftwerk. Con el tiempo, el uso de “acusmática” se extendió más allá de las condiciones físicas/ambientales de su reproducción, englobando por igual aquellas sonoridades de las que se servía.)

Descontando su naturaleza insular, cuyo antecedente más inmediato acaso sea la obra de Renzo Filinich (a) Metástasis (peruano ya hace muchos años radicado en Chile), ¿logra Tierra... provocar inquietantes reacciones corporales/tensar un buen rato las neuronas? La verdad, sólo a medias. Toda vez que se cimenta sobre dialécticas próximas al avant garde, la cosecha recogida muestra frutos concebidos en el seno del ruido, bajo el signo de la cacofonía. Ahí nomás, la tarea está hecha al 50%. El problema radica justamente en el otro 50% -porque Tierra..., que algo tiene de arqueología sonora y de re-síntesis, de instrumentación orgánica y de digital, no puede presumir de muchas ni mayores sorpresas.

Cierto, en ningún lado está escrito que cada nueva creación de tal o cual artista deba ser forzosamente una vuelta de tuerca. Aquí, lamentablemente, se trata de un colectivo que debuta en cancha asegurando más que arriesgando. El modo en que Jacqueline Reyes, Naid Cruz o Yemit Ledesma recontextualizan las astillas sónicas seleccionadas, por ejemplo; da lugar a collages donde previsiblemente son priorizados/ensalzados los motivos vernáculos, utilizando fórmulas poco perspicaces. No es que suenen mal o que apelen a una vindicación de sensibilidades altoandinas que ha devenido en lugar común, sino que no percibo en juego una intención de ir más allá. Por suerte lo mismo no ocurre en la segunda mitad de la jornada, con Wendolyne Guerra, y sobre todo con Claudia Sofía Álvarez y Alexandra López Barrionuevo. Más imaginativas, encarando con sagacidad los procesos de tape recording, menos propensas al pintoresquismo tradicionalista; estas féminas arriesgan virulentos -cuando no tétricos- maridajes de músicas electroacústica y concreta, desapacibles improvisaciones donde la tímbrica se entorna con frenesí hacia el Lado Oscuro (notoriamente en “Femenino Urbano” y en “Harawi Arwi”), técnicas como el cut-and-replace o el pitch-bending descalibradas para ensayar-descubrir-y-aprender sobre la marcha (“Danzayar”).

Es ahí donde el contingente de Tierra... tiene que hundir el arado, donde el futuro luce ciertamente promisorio. A no comer ansias: todavía le quedan sus buenas zancadas de trecho por recorrer, antes de alcanzar la ansiada madurez.

Con la salida de [elsilencioeselgrito], el individualista Habø fuerza involuntariamente al escucha a reexaminar algunas consideraciones planteadas a propósito de la discografía que ha publicado a la fecha, consideraciones relativas a su progreso. Esto debido a que el contenido de //Textura//Difusa//, grabado de un tirón y eyectado en septiembre del ’21, parece ser posterior al repertorio que recibiese luz verde el 14 de abril último.

En cuanto a especificaciones técnicas, ambos títulos han sido registrados en una Akai GXC-38: cuatro canales, reducción de ruido tipo B, factor de distorsión del 2% -salvo “Dis/Per/So/Ciado”, proveniente de una multitrack TASCAM Porta 03. La diferencia entre ellos reside, pues, en el desarrollo estético. Habiendo dormido [elsilencioeselgrito] el sueño de los justos desde inicios del ’21 (según sumilla colada en BandCamp), y mostrando éste un desenvolvimiento sustancialmente superior al de su antecesor, cabe preguntarse si es correcto afirmar que el alias de Alberto Carbajal no deja de avanzar y/o crecer -cuando aquello que se presenta como nuevo es en realidad anterior a lo que le precede. Queda por alegar, empero, si el disco estrenado este año ha pasado por algún proceso posterior; para validar o descartar la idea de una evolución sostenida. Asevera el capitalino que por allí van los tiros, cuando datea que redondear el largo le tomó poco más de un año.

Paltas cronológicas a un lado, el programa de [elsilencioeselgrito] no sólo consolida las mutaciones que //Textura... aventuraba, sino que diversifica el estilo de Habø superponiendo porfiadas resonancias de psicodelia impresionista marca Spacemen 3 o Loop sobre las enseñanzas de la Berlin school y del synth punk a lo Suicide que el autor norconeño pusiera en práctica. De una evidencia refulgente en el minimalismo iterativo de “Inter.Abismos”, esas huellas también pueden rastrearse en el áspero pulso imperturbable de “Pies A/Tierra” o en el nudoso synth de “Ørquesttta”. La adición de este ingrediente estilístico acaba reconviniendo al acto limense como versión infinitamente más prolija del tándem Vega/Rev, y aún así no menos distópica.

Sigue siendo la de Habø, no obstante, una música totalmente sintética; cariz que “Dis/Per/So/Ciado” y “Oceánico Y Solar” acaban reafirmando. Con ellos, asimismo, despega por completo el éxodo iniciático de Carbajal hacia la Iluminación. Hermana el primero contados pero furibundos riffs de teclado a futuristas frecuencias/secuencias, soliviantando una atmósfera recargada de electricidad a punto de reventar. Hace gala el segundo, en tanto, de ¿sintetizadores? ¿osciladores? abusados hasta el desgaste, para finalmente transfigurarse en una suerte de barroco dronic techno con que zambullirse en la negrura material del espacio exterior.

Si no fuera por algunos errores menores -el canal derecho de la grabación se sobresatura en más de un punto mientras suena “Ørquesttta”, algunos fade-outs están tijereteados a la mala-, gracias a [elsilencioeselgrito] ya podría Habø contarse en la avanzada nü synth de la escena independiente peruana, al lado de Blue Velvet, Juan Nolag o AtomoSynth. En otras palabras, habría trascendido su liga distrital de origen para acceder a torneos de alta competición. Faena casi redonda. De todas formas, es el suyo un álbum a tener en cuenta entre lo mejor que va deparándonos este 2022.

Hákim de Merv

jueves, 28 de abril de 2022

Mensajes Del Agua: Nuevos Sonidos Desde Perú Vol 1

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 20 de abril del 2022.)

Nueva antología Buh Records, cuyo nombre ya anuncia intenciones de enderezar la mirada hacia aquellos/as sobre quienes recae el futuro de las músicas experimentales en nuestra movida independiente. Inicio con buen pie, que le aparta del sesgo cansino/reiterativo del precedente Territorio Del Eco: Experimentalismos Y Visiones De Lo Ancestral En El Perú (1975-1989). Valga la aclaración, algunos comentarios han incidido en cierta unánime condición bisoña de los/as colaboradores/as. Apreciación algo inexacta: la totalidad de temas no corresponde a debutantes absolutos/as -pero incluso las trayectorias de quienes ostentan cierto kilometraje no exceden el lustro de duración.

Mensajes Del Agua: Nuevos Sonidos Desde Perú Vol 1 arranca aludiendo al líquido que nuestra especie ha catalogado como el solvente universal. Si piensas en la característica más notoria, su dinámica/informe fluidez, como que el panorámico queda en debe. Es en las propiedades menos evidentes -veloz propagación del sonido, alta absorción del calor, elevada tensión superficial- que se revela adecuado el guiño del título. De entrecortada circulación, el tape resiste con porfía digna de elogio la tentación de asimilar la abrasión textural del ruidismo, si bien se vale de su yuxtapuesta/acumulativa dialéctica.

La cinta despliega el lado A y despide el lado B con dos alias reconocibles del underground perucho: Mauricio Moquillaza y la hiperprolífica artista escudada tras el seudónimo de Grave For Amanda. El primero trabaja delicadas piezas de melancólico ambient modular, mientras que la segunda despacha por igual -también usando los noms de guerre de Ojeras De Damita y Everynell- apacibles suites de melodioso post rock y compactas ráfagas de reluciente ambient glacial. Uno y otra refrendan background en las respectivas “Carácter Transitorio” y “Grounds Of Negligence”, así como avisan acerca de la naturaleza unitaria de cada proyecto que estampa su firma en la presente jornada.

Como advertía en el primer párrafo, aquí escuchamos por igual a debutantes relativos/as y a pesos wélter camino de convertirse en medio. Entre los/as primeros/as se encuentran Isabel Otoya (“Ansiedad, Futurismo & Incertidumbre”, atonal ventisca non-sense de factura compositiva contemporánea), Michael Magán (“Quick-A” emula las agudas vibraciones que emitiría una imposible capa de cristal en permanente ondulación), #DMTh5 (la inclemente desolación post rock de “En Honor A Los Caídos” es sólo visitada por vientos sobre los que cabalgan fantasmales psicofonías del ayer), Lucía Beaumont (extirpándole la furia, la breve “Escondite” se inspira en la primera etapa de Einstürzende Neubauten para retratar el mugido del simún percutiendo sobre diversas superficies) y Vered Engelhard. Este último merece un comentario aparte, por ser “Dirty River” el episodio de Mensajes... cuyas grabaciones de campo utilizadas dejan por fin escuchar la voz del agua -aunque tampoco logra permearse de su armonioso discurrir. El número acaba siendo jaloneado por ¿quenas?/¿pincullos?, mientras el trueno brama en el fondo.

Entre quienes acreditan un mayor recorrido se cuentan el propio Moquillaza, Ayver (“Reconciliación Con La Vida”, muy en el estilo neoclásico/electroacústico a lo 4AD ‘80-‘87 de José Luis Arango), la antedicha Grave For Amanda, Vrianch (el de Víctor Chang es el acto más curtido, como lo prueba la estética polimorfa de su output electrónico, que en “Brief, Cruel And Anonymous” emite una leve iridiscencia bliss) y S O A R E R. Este último me ha llamado la atención por introducir en mi vocabulario dos nuevos términos: “phaserwave” y “slushwave”. Esos microgéneros no son exactas derivaciones del vaporwave, pero sí provienen del mismo nicho -las comunidades online de músicos de dormitorio, productores virtuales y melómanos. “Causa Y Efecto” es esencialmente un asalto dreampunk que, pese a desentenderse de las programaciones percusivas, no prescinde de la rítmica. Lo suyo es un ambient de veleidosos medios tiempos aupado por multitud de plugins VST y phasers.

Artefacto concebido como parte de una serie producida para la nueva plataforma Centro Del Sonido, Mensajes Del Agua: Nuevos Sonidos Desde Perú Vol 1 también testimonia el quehacer artístico-sonoro producido fuera de Lima (Huancayo, Cajamarca, Piura, incluso New York). Igualmente, el cassette visibiliza el papel protagónico de nuestras creadoras, antes ignorado. Ojalá iniciativas idénticas, promotoras de la participación igualitaria y de la descentralización geográfica, se sucedan pronto en mayor cantidad.

Hákim de Merv