jueves, 17 de diciembre de 2020

Hallazgos - Rock Peruano Del Siglo XXI // Premoniciones // El Paso, Soma, Gelatina Magma y Polvos Azules: 4 EP

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 7 de octubre del 2020.)

A pesar de haberlo puesto por escrito antes, juzgo oportuno remarcar que de entre las varias labels activas al interior de los circuitos peruanos independientes de música pop, Dorog Records es la que más ejercita el delicado arte de armar compilaciones/recopilaciones. Su íngrimo factótum, Giancarlo Samamé, declaró a la sazón hace semanas en Facebook: “Una de mis aficiones predilectas siempre fue crear recopilaciones musicales. Las compilaciones son una forma de hacer música con otras músicas, además de poder crear una narración sonora, como si de una historia se tratase. Con Dorog Records he creado muchas de ellas...”. Y, como advierte el refrán, la práctica hace al maestro: tiene listados DR tantos mosaicos colectivos, que pocas dudas me quedan sobre quién es el que mejor maneja técnica y criterio al construirles.

Cumplidos 16 años de existencia en este jodido 2020, el sello capitalino elaboró -en modo free download, tal cual usa- dos títulos más que adicionar a la larga cadena de muestrarios, con menos de veinte días mediando entre ambos: Hallazgos - Rock Peruano Del Siglo XXI (agosto) y Premoniciones (septiembre). Distintas en cada ocasión, las circunstancias pusieron lo suyo para que uno y otro llegasen a puerto.

En el caso de Hallazgos..., el bautizo es harto indiciario. Su track list procede de un universo de canciones no necesariamente inéditas que el animador de Polvos Azules preservaba archivadas -si bien no ordenadas y en diverso formato-, de las que en su momento se prescindió por razones dispares. ¿El menú? Apegado a la costumbre de la Casa -de todo un poco, sin ningunear nada. Están los artistas amigos de la escudería, como El Aire (“3:49”, pop de rítmica mestiza, enésima confirmación de lo versátil que toda la vida ha sabido ser el gran JJ Castro) o Alejandro Susti (cuyo “Salvavidas”, de estilizado pop’n’soul, es extraído de Underwood, 2010). También, bandas que fueron aupadas por Dorog Records y partieron después (los punk de Anormal y “Una Canción Sin Inspiración”, Andrógenes y el synth pop de “Entre Miedos”), aunque algunas de ellas nunca se fueron del todo -La Molicie (“Lanzando”), El Vals De Lucy Smith (“El Canto Del Gallo”), Los Insecticidas (“Ya Lo Sabemos”); coincidentemente las tres de composta indie.

No han faltado habituales en la nómina, como Carlos Compson (“El Mejor Tiempo”). Mucho menos, los descubrimientos propios de cualquier exhumación, casi fijos en jornadas de este jaez: ubico entre éstos a Lado S (derivativos pero agradables climas pop/rock en “Hada Nocturna”), al trote alternativo de Fitzcarraldo (“A Tres Rounds Del K.O.”) y al indie pop lo fi de La Mujer Tortuga Anuncia El Fin (“Cantábamos O Niño Coleta”). Aunque carezco de la certeza sobre si Nimbo (“Seducción”) o Migajas (“Saltan Los Muebles”) deben asimismo contabilizarse en este rubro, en última instancia su sonido genérico les acomoda junto a Lado S.

Quince episodios descartados para troquelar ahora el artefacto que devela la cara B de una plataforma que nunca se ha esforzado en cultivar semejante cosa.

En el caso de Premoniciones, el buen Giancarlo parece haberse favorecido de una alineación planetaria total. La mitad de los 20 conjurados tiene en su haber un cierto camino trajinado. De ellos, la aplastante mayoría cede material fresco -bien porque es inédito o adelanto de entregas por aparecer, bien porque acaba de publicársele en las correspondientes nuevas producciones.

Norvasc, verbigracia, masajea conductos auditivos con el morphing entre shoegazing y post rock de “Marchas Sanmarquinas”; incorporado en su epónima puesta de largo oficial. Otro ejemplo es “Mierda!”, de Polvos Azules: por primera vez, Samamé inyecta al luminoso ambient pop de su faceta solista el spoken word que cada tanto despacha en Gelatina Magma -pero, como sucede a veces, ese recurso termina haciendo una de más-. De otro lado, Ionaxs libera el segundo adelanto de su próximo volumen, a punto de aparecer en físico: Amuki -el ocre IDM descoyuntado de “Flux”.

En similar situación se hallan Paruro (“Leticia”, mismas coordenadas que trashuma Danny Caballero luego de la resurrección con Remanentes), Miyagi Pitcher (“Yuki”), el arequipeño La Vie (“Volver A Empezar” asoma como retorno al indie folk acústico de su primera etapa), 27 U H F (“128RAM”), Vrianch (en el que de todas maneras ha sido el calendario más activo para Víctor Chang, un manto de electrónica líquida en reposo abriga a su “Brief, Cruel And Anonymous”) e Isocaos -cuyo “Distrito De Pueblo Libre” me ha convencido de darle una nueva oportunidad, superado el susto de su yermo debut, Pichiatta (2015). De la excepción a la regla se ocupa Zetangas (“El Todo Y Su Lugar” cerró su último parto a la fecha, el maravilloso 22/09/1953).

Otra porción más pequeña de Premoniciones ha sido poblada por asiduos a los bytes de Dorog. Allí se encuentran Fabeiro (“Vive Y Decisions”), Los Insecticidas (“Saliendo Por Ti”), unos redivivos Shakunautas (“Ciclos” se cimbrea entre el mestizaje y la new age), Soma (“Día Triste”) y Cashiari (“La Última Vez”). De los contados nuevos cultores dark que han surgido en el Perú durante los últimos años, Cashiari aún no salta al ruedo por cuenta propia pese al tiempo que lleva en brega. Aquí juega en pared con Triumvirs, que suena más oscuro aún (el electro-gothic de “Osiris Torches Eden”).

Un segmento adicional del esférico se ocupa de quienes llevan por vez primera las enseñas de la disquera. A la del mencionado Triumvirs hay que sumar las colaboraciones del ‘supergrupo’ MiDi Time (“Melancolía” une a DJ Locopro, Vrianch y un tal Rob Avatar), Marmotasdebemorir (“Aislado”), Luxsie y Jucsay. Son estos últimos quienes merecen mención aparte. Luxsie es el nom de guerre de Luz Cáceres, miembro de Les Replicants. Ya ha moldeado suficientes surcos para un mini-álbum -uno de los cuales es, precisamente, “Robot (Ouh Wow)”. Al igual que el resto de sus creaciones, “Robot...” comparte la fascinación por la Baja Fidelidad de Les Replicants; mas, a diferencia de éstos, la mira de Luxsie aplica sobrecargado tratamiento synth e inhóspita emotividad genésica al ethereal noise y al dark ambient fluorescente de Projekt Records. En lo tocante a Jucsay, tampoco es un novato: ya sus lienzos sacramentales de sonidos manipulados por instrumentación/instrumentalización analógica y digital han sido testeados a través de dos mini-LPs (Muda en 2013, Pétalo De Plata en 2014) y un single (Vesania, 2015); todos para descarga gratuita. Ninguno de ellos incluye ese asalto de intelligent techno minimal y lúdico que es “Girasoles Tricolor”.

Lo macanudo es que este Premoniciones discurre de principio a fin sin tumbos, como si hubiera algo que hermanase todos los temas. No la preeminencia de un sonido determinado, sino un trazo pop -o compatible con el pop- que permea cada minuto de la placa. Ésa es la sabiduría que la experiencia de Giancarlo ha cosechado.

Termino esta nota con unas líneas dedicadas a 4, suerte de “four-way EP” que colecta los nuevos números de vocativos encarados por GSP y Ángela Ruesta: El Paso, Soma, Gelatina Magma y Polvos Azules. Si me atengo a criterios de antigüedad y rescate, el más valioso es “Realidad Virtual” de El Paso. Grabado por el desaparecido tándem Samamé-Otayza en el 2010 y remezclado/re-arreglado para el extended por el primero, el track se conduce levemente tributario del trip hop.

Sin embargo, los demás canales descuellan por méritos intrínsecos, en especial el de Soma. Gracias a este acto semi-estable, y antes que a una filiación hacia las tradiciones sonoras brasileras, Ruesta da rienda suelta al veneno y medicina de la saudade que atesora sedimentada en su fuero interno. Una nostalgia dulce por los muchos meses que vivió en Brasil, percibida desde el brillo mate de los colores de las portadas de sus singles, los nombres que les dio (“No Fuegues”, “Dizer Que Não”), los tramos de éstos en que canta utilizando la voluptuosa lengua de lusos y cariocas. De hecho, el exótico indie pop de “Voz Insonora” es entonado completamente en portugués, a diferencia del arrullo electrónico de “Día Triste”.

El ágil instrumental de Polvos Azules -“Épica”, remite a sus dos primeros pasos- y el dúctil post pop de Gelatina Magma que picotea entre gallos y medianoche de la bossa nova brasuca (novísimo “Fotografía”) redondean 4 EP, delectable aperitivo con que acompasar la espera de los nuevos trabajos de cada proyecto (salvo el primero).

Hákim de Merv

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