(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 10 de septiembre de 2025.)
Eguzkia-Inti -“sol” tanto en euskera como en quechua- es un extended cuyos dos únicos capítulos sobrepujan juntos los 17 minutos. A su modo, cada uno invoca landscapes lo más alejados que se pueda de las cada vez menos apacibles áreas urbanas. Como su nombre parcialmente indica, “Historias De Fuego Y Agua” se posiciona bajo el signo del conductor universal por antonomasia. Ambient bucólico, de una melancolía sublimada, adornado por olas rompiendo en las riberas de playas silentes/por zambullidas de habitantes de las honduras marinas. Un preciosismo digno de Blood (‘91) de This Mortal Coil, o de Sleeps With The Fishes (‘87) de la dupla Nooten-Brook, sólo que en clave moderada/atenuada/minimal. “Historias...” acaba completamente desnudo, al desaparecer las líneas melódicas del teclado, sin resentirse sus efectos psicagógicos.
Además de mantener altas las cotas con respecto a Ultranatura (‘24), este EP se convierte en la invitación perfecta para degustar el siguiente álbum, que aparecería sólo dos meses y monedas después, y en el que puede apreciarse una prolongación de las ideas plant(e)adas por su par predecesor.
La denominación otorgada a Willay Plancton es un ejercicio de exégesis lingüística mucho más laborioso que el del extended previo. “Plancton” es el conjunto de organismos que vegetan inermes en el agua común y corriente de ríos, lagunas y mares. El vocablo quechua “willay” es traducible bien como “señal”, bien como “mensaje”. Bajo estas etimologías, y habida cuenta de la importancia decisiva del plancton en ecosistemas y cadenas alimenticias, interpretaciones como “mensajes de la naturaleza” o “señales de la naturaleza” pueden tenerse por aceptables. Máxime al prestar atención al contenido del disco.
Si la música ambiental de Maribel Tafur es de por sí serena y tranquilizante, en ciertos pasajes de esta rodaja llega a ser igual de sedante que algunas de las composiciones de un Brian Eno en la cúspide de sus posibilidades (“Mosaic Of Liquid”). Descontando el uso del ruido producido por maretazos menos exuberantes, que mueren sin chistar en las orillas (“Unheard”), el Agua que nos permite escuchar su voz tiende al movimiento plácido. No a uno remilgoso, sino a uno manante, calmo, reposado. Es agua que prefiere fluir descansadamente, guiándose por una curiosa/singular austeridad (“Raíces Del Mar”). Su vaivén es hipnótico, pacífico, relajante (“Hyperliquid”). Si tiene que agitarse un poco más, a lo sumo condesciende a burbujear como disparada desde las simas insondable de los océanos (“Marina”).
La sobriedad es cualidad cotizada en los predios del ambient. El de Maribel es un sonido que le tiene por principio elemental e indispensable. Sus fondos sonoros, cuyas imbricadas líneas y borrosas texturas recuerdan al bliss pop más vibrante (“Willay Plancton”, “Protect, Preserve”), van aparejados a los efectos acuáticos antes descritos de tal manera que sólo pueden desembocar en performances lindantes con la beatitud (“Herencia Del Agua”). No importa si se trata de la cantarina voz del H₂O, o si éste se manifiesta en las incontables gotas de una precipitación pluvial, el resultado siempre es el mismo.
Con ambos trabajos, la responsable de Intune no sólo echa por tierra algunas hipótesis desatinadas que la tildaban de novedad pasajera. Sus réditos hablan de un talento al que no puede eclipsar ninguna mácula -porque sencillamente no las tiene. Mejor aún, tanto Eguzkia-Inti EP como Willay Plancton confirman que, por ahora y durante un buen tiempo; para Maribel Tafur el cielo es el límite. Y si éste se viene abajo con aguacerales mayúsculos, enhorabuena.
Hákim de Merv