domingo, 4 de junio de 2017

Ionaxs: Descomposiciones

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook 21 de diciembre del 2016.)


Nuevo largo de Ionaxs para fiestas de fin de año, tras un lustro de silencio discográfico -interrumpido brevemente por los EPs Ocasos Bajo El Mar (2013) y Anábasis (2014). En ambos extended podía discernirse un anhelo de cambio, sobre forma y fondo, en el sonido que el proyecto unipersonal del peruano Jorge Rivas O'Connor esgrimiese a través de sus primeras jornadas: el rotundo 0.05 MG (2003), Hiperboreal (2006) y Susurros De Ruido (2011, ya en Chip Musik). Sin distanciarse de su cotidianeidad IDM/post-IDM, el individualista probaba con (tímidos) acercamientos hacia ambientaciones abrasivas y borrosas que no luciesen inextricables al oyente promedio. Más bliss pop y menos bliss out, si cabe: salvando las distancias, sorprendían las tentativas con que Ionaxs trataba de trasladar a código binario lo hecho por -digamos- Windy & Carl. Exceptuando el tema homónimo de Anábasis EP, ninguna de estas composiciones ha sido repescada en el reciente larga duración.

Todavía no capto completamente de qué modo asir a este Descomposiciones. Las trece pistas que le dan forma suenan a muchas cosas relativamente afines entre sí, y casi nunca al Ionaxs que conozco de antemano. “Psicoplasma” y “Astra” son, creo, las únicas que podrían calificar como excepciones en el contexto de un disco carente de contornos sonoros más o menos perfilados -o mejor dicho, cerrados. Debido a ello, hasta resulta revelador interpretar el nombre de la placa como una señal en dirección a (re)escuchar composiciones que realmente no son tales (quizá bautizarlas “Decomposiciones” habría quedado mejor).

Y es que Descomposiciones es un híbrido extraño de IDM, post rock, shoegazing, bliss pop, minimal noise... Mientras que “Sepias”, por ejemplo, es un ejercicio de ¿post house?; “Outro S” es un corte de IDM tan naif, que en la práctica más parece synth pop. De otro lado, canales del tipo de “Et Quod Vis Fac” (cita de Agustín de Hipona) y “Umbral” me recuerdan los maretazos de éter de bandas como Flying Saucer Attack o los citados W&C. Variopinta en cuanto a registro, la rodaja se exhibe a veces disoluta. La técnica de O'Connor se mueve cómoda en dominio y rango surcados por Descomposiciones, aunque también algo indulgente. Desde un punto de vista “gramatical”, es difícil etiquetarle: el disco funciona como fotografía del proceso de metamorfosis a que se ha sometido el músico, no como producto depurado de este proceso.

Turno de la evaluación “semántica”. Estas “descomposiciones” nacieron entre el 2014 y el 2016, sin tener en claro que integrarían un único trabajo. Al decidir Ionaxs agruparlas bajo un solo nombre, por fuerza ha tenido que someterlas a un proceso de reacomodo que no necesariamente invalidase texturas escuezantes ni vetase atonalidades. Como saldo, éste es un opus que incluso un/a melómano/a curtido/a tiene que sentarse a escuchar con todos los sentidos puestos en ello. Colores chisporroteantes que se suceden sin solución de continuidad, lo mismo que accidentes geográficos representados ya sea por síncopas (“Sauces”), aridez visual uniforme/minimal (“Pachitea”), o ventiscas de distorsión (“Serpientes”).

Lo más interesante de Descomposiciones viene de la mano de números como “Intro I”, “Óxido” o “Pachitea” -incursiones en busca de un formato propio, a la medida, que materialice ese maridaje de influencias al que hoy parece apuntar Ionaxs. También son los que con más tenacidad evocan imaginarios subacuáticos -filia que, mira tú, puede convertirse en el denominador común de Descomposiciones. Música de sesgo paisajista para investigar las inmensidades abisales que guardan en su seno los océanos.


Hákim de Merv

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