(Publicado
originalmente en mi cuenta Facebook el 14 de octubre del 2015.)
En retrospectiva, pareciera
que una dinámica constante de depuración ha estado siempre a la base de las
rodajas UnderPop. En efecto, el UnderPop... 2.2 decantó y terminó de esclarecer el panorama con respecto a anteriores
jornadas. Como fuere, en cualquier caso tiene un mérito enorme el que el
colectivo de grupos y artistas organizado por Josué Vásquez acreditase cuatro
entregas en menos de un año.
El garage
picapedrero de The Monster Ones (“Slasher”) es, eso sí, un inusual arranque
para el disco. Se puede decir lo mismo en menor medida de Brando, cuyo “Parte
Del Problema” se sitúa lejos del dark-pop o del synth -los colores
predominantes en el catálogo UnderPop. Con Marfilia y su redondito “Escalofríos”,
las cosas se encausan de nuevo, aunque no para mal. Desde allí y hasta “Más”,
nueva colaboración de Mamífero, el viaje se hace entre penumbras -o mejor
dicho, durante el sunset, con música pop de fondo. Destacan Terminar -ya me
había hecho a la idea de que el grupo de Ulises Quiróz (Voz Propia) había
desaparecido, bien por “Donde No Estabas”-, Dooguican (“En Mi Desierto”) y
Stereocósmica (“Carta Al Cielo”). Puntos extra: todavía es posible encontrar
matices (el indie de Prealba y Kira, el sonido punkie de Toño López & Los
Vintage).
A partir de “Luz,
Cámara, Acción”, de los veteranos Ensamble, el viaje se acelera entre teclados
y programaciones binarias. Particularmente me agradó mucho “Dulce Fantasía” de
Noche Futura, así como encontrar material de Kyleran disponible en formato
digital (el man editó en 1999 una maqueta artesanal, cuando estos lanzamientos
todavía se hacían en cassette). Pero este tramo del recorrido es más corto
-pues, con Segundo Infinito, y hasta que termine el 2.2; se regresa al formato
pop/rock ya antes descrito. De estos últimos números, lo más rescatable es el
de Fernando Kno (“Pobre De Ti”).
Como siempre, dos
cosas a subrayar aparte. Por un lado, y gracias al pop-funk de “Este Amor”,
Giovanni Derteano queda rehabilitado del tropezón que sufrió en el 2.1 (hasta
ahora, su “Te Veo Partir” me produce jaqueca). Por otro lado, Irinum, fácil la
banda más prometedora de esta mancha, esta vez no logra dianas: “No Quiero Verte
Nunca Más” peca de convencional y esquematizada.
Hákim de Merv
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