miércoles, 7 de junio de 2017

Paruro: Remanentes

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 4 de mayo del 2016.)

Y un buen día, Danny Caballero regresó a las andadas.

No recuerdo cuándo fue que escuché por última vez a Paruro. Quizá hace unos 5 o 6 años. Lo que sí recuerdo es que, aquella vez, pensé en que se trataba de uno de los contados proyectos locales de noise digital que solvencia y tino tuvieron de sobra para saber dónde y cuándo parar. Habiendo debutado este unipersonal con Intervención A La Unidad De Sonido en el año 2003, apenas dos episodios más nos tomaba completar su discografía: Summergidos (2004) y La Ópera Del Ruido (2005). Hasta ahora.

Ya en La Ópera... podían percibirse intentos por dejar atrás ese ruido reiterativo, machacón -muchas veces onanista-, que incluso nuestros artistas electrónicos más emblemáticos habían abrazado durante la década pasada. En “La Belleza Del Caos”, los esbozos melódicos eran casi detectables a simple escucha. Ni qué decir de la melancolía que dinamitaba la distorsión binaria de “El Colapso De La Rosa”. Lo que entonces pareció una licencia creativa, al buen Danny le ha tomado poquito más de diez años convertirlo en una opiácea jornada retrofuturista de evidente floritura avant garde.

Al igual que ha pasado con Christian Galarreta y su celebrada reconversión como Sajjra; Caballero entendió que el ruido aleatorio experimental tiene límites que separan la investigación casi suicida del artista-francotirador y la bulla gratuita/inane/random. Sólo que Paruro no ha renunciado a la etiqueta, y sigue siendo tal. Alcanzadas las fronteras de un ¿género? subversivo que ha dado todo de sí (ni Oval ni Farmers Manual pueden ya llevar las cosas más alto), Paruro retrocedió dos pasos y encontró el resquicio para este segundo aire: en un frente, el noise modélico de las primeras jornadas; en el otro, la vocación entre exploratoria, cósmica y metafísica que recuerda tanto al venerable kraut rock setentero como a Audiogalaxia -otro alias de Caballero, con el que sólo firmo un trabajo muy recomendable, Umbrales EP (2002). Ambas realidades sonoras interactúan, pero es felizmente la segunda la encargada de darle forma definitiva a los diez temas del reentré Remanentes (2016).

Wilder Gonzales Agreda, (no)músico ruidista y ocasional crítico, ha definido este trabajo como el resultado de un cruce entre Harmonia (la seminal formación post kraut donde coincidiesen Michael Rother, el dúo Cluster e incluso Brian Eno), Third Eye Foundation y Tangerine Dream. No sé si el símil atine rotundo, pero, proceda o no; Remanentes es, por decir lo menos, apoteósico... Un disco que flota sublimando pulsaciones, y cuyos largos pasajes emulan el bliss pop sin photoshopearlo. Un artefacto que no renuncia a la Melodía, pero tampoco al Ruido -sino que permite su convivencia en los márgenes áridos de aquello hoy fácilmente clasificable como “vanguardia”. Un álbum vampírico, porque sus tonalidades se disfrutan mejor entre el crepúsculo y el amanecer -con esas notas que desafían la gravedad y que invitan a acompañarlas, en un nuevo escenario de posibilidades expresivas donde materializar el sonido del metal líquido.

Tras The҉ Śun ͟Rem̷ai̸ns ̛T̀he S͘am̀e̵ (2015), de Sajjra, no creí reutilizar tan pronto la consabida frase cliché -pero al césar lo que es del césar. Caballero, nomás, Danny: bienvenido de vuelta.

PD: El disco completo puedes escucharlo en la cuenta SoundCloud del performer. A renglón seguido, el track list oficial:

1 Nubes
2 Sobre Su Propia Brisa
3 Remanentes
4 Secuencias Infinitas
5 Pantallas De Ruido
6 Tahua Loop
7 Oroya
8 Oscura
9 Cinema
10 Sobre Tus Vuelos


Hákim de Merv

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