sábado, 17 de junio de 2017

!!! (Chk Chk Chk) En Lima

(Publicado originalmente en mi cuenta Facebook el 24 de abril del 2015.)

Mientras caminaba desde el Club Embassy (en Plaza San Martín) hasta el cruce de Uruguay y Alfonso Ugarte, bajando las revoluciones con el frío aire de la madrugada limeña, pensaba en lo complicado que sería escribir una reseña del concierto del 23/04/15. Y es que, a diferencia de TODOS los conciertos a los que había ido hasta esa fecha, lo de esa noche fue más una fiesta privada. Para bien y para mal. Para mal, porque fue el triste termómetro de nuestra realidad rockera/electrónica/pop: somos pocos en  un  país  con  el  gusto  atrofiado  por  la  desangelada papilla insípida  que  pregona la mass media como el supremo manjar -Romeo Santos no se merecería ni medio pedo en la cara, si no fuera porque tenemos los oídos llenos de caca-, pero ni siquiera esos pocos estuvimos completos la noche de ayer. En Chile, seguramente habrá sido otra la historia.

¿Y para bien? Pues porque la gente disfrutó enormemente de la velada sin estar apretujándonos unos contra otros, respetando el espacio personal de quien está al costado. Desde el live de Jaguares (abril del 2004), no veía algo semejante.

Como se esperaba, arrancó la noche Neon Dominik. No hay mucho que comentar al respecto. Su performance fue el fiel reflejo de lo realizado en el debut del año pasado, Lightness. Empezó bien y terminó mal: tanto, que no supo cuándo cortarla -a punto se quedó de completar la hora sobre el escenario, lo que es demasiado para un telonero. Para peor, hacia la mitad de su set ND se convirtió en un calco de Underworld, de New Order, de cualquier banda EBM centroeuropea promedio (¿sería por la proximidad del concierto de Front242?). Para no abrumarme, opté por cabecear un rato, cómodamente sentado.

Mis oídos se dieron cuenta del relevo sobre la tarima antes que mi conciencia. El cambio fue tan evidente, que me desperecé por completo y corrí al borde del dance floor. En efecto, ya estaban allí los !!! (Chk Chk Chk), el principal motivo por el que nos congregamos cuando mucho 150 almas en ese local del Centro Histórico.

Ya se sabía que Nic Offer suele brindar directos memorables. Sin embargo, una cosa es verle en pantalla y otra muy distinta estar ahí. Ni bien comenzaron a sonar las notas de “Get That Rhythm Right”, el frontman de !!! puso primera con el pie aplastando el acelerador e ipso facto se le vaciaron los frenos: no paró hasta terminar el set. Mejor aún, comprobamos que, en directo, Offer no es él ni ella -es un ello, a veces masculino, a veces femenino. Durante muchos pasajes, Nic emuló los pasos de Lady Miss Kier en el video de “Groove Is In The Heart” (el veintiúnico hit de Dee-Lite). Tal cual queda escrito: Nic Offer es una fuerza vital en calzoncillos que trasciende géneros.

Y mientras se sucedían sin descanso “Slyd”, “All My Heroes Are Weirdos” (todo un himno, ciertamente), “Except Death”, “One Girl/One Boy”, “Jamie, My Intentions Are Bass”, “Me And Giuliani Down By The School Yard (A True Story)”, “Even When The Water's Cold” y demás canciones del repertorio de los californianos; la onda expansiva encontraba multitud de ecos en la pista de baile y aledaños. Incluso entre los más reticentes... Lentamente la escarcha desapareció, y la savia corrió como en años mozos, imposibilitada de sustraerse a lo que estaba sucediendo delante de nuestras narices. Offer, contagiándose de la vitalidad de un público por completo entregado, se bajó del escenario en más de una ocasión para acompañar epilépticamente el baile tribal que !!! había conjurado. Entonces, hasta los más reservados comenzamos a caer en un trance, aupados por la guitarra de un espectacular Mario Andreoni.

Alguna vez alguien habló del “hombre que escucha” y del “hombre que baila”. Incluso aquellos que tenemos dos pies izquierdos por libre elección, y que sólo sabemos poguear, reconocemos este conflicto interno -imposible acallar del todo lo que nos habla desde la memoria genética de la Humanidad. Esa noche y al día siguiente, el “hombre que baila” adelantó al “hombre que escucha” de un violento testarazo, y aunque no logró hacerlo besar el piso, por un mágico momento equiparó su poder. Quizá no sea del todo coincidencia que esta situación tuviera lugar en una etapa de mi vida en la que he redescubierto cierta alegría y cierto goce puramente corpóreos, sí, pero tan necesarios para equilibrar el espíritu, de continuo entregado al placer intelectual.

Lo del 23/04/15 fue más que una fiesta privada, más que una noche luminosa: fue una de esas jornadas que a uno lo marcan de por vida en direcciones insospechadas (nada más delectable que aquello que sobrepasa todas tus previsiones). Pero todo tiene su final. Sobre las 2.30 de la madrugada, se acabó el show de !!! -sin haber tocado “Heart Of Hearts” (...shit, scheisse, merde...)- y buena parte del público abandonó el establecimiento. Lástima por Danny M, que fue de fondo, aunque la noche ya había rebasado las más entusiastas expectativas. Piña por quienes se lo perdieron.

Lo único verdaderamente malo de la noche: en el Centro de Lima, 5 soles por una Coca-Cola personal ni siquiera es un abuso. Es un robo descarado. La próxima vez prefiero morirme de sed.


Hákim de Merv

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